
Fabiola Amaro
Fabiola Amaro
(San Luis Potosí). Licenciada en Ciencias de la Comunicación y Lic. En Educación musical. Tiene en su haber el cuaderno de poesía “La habitación del polen” 2011, así como el libro titulado “Insectum” premio de poesía del certamen 20 de noviembre en el año 2011 en su estado. Ha sido parte de la antología de poetas peruanas y mexicanas 2012, tiene dos libros inéditos; uno para niños titulado “Abuela luna” y “La esencia del árbol” Becaria del PECDA en el período 2014-2015 por el proyecto “Cuentos de la Kriptonita”. Escribe Micro ficción y guiones para cortometrajes. Ha participado en lecturas en diversos foros culturales de su estado, y promovido la lectura de poesía entre niños y jóvenes. Ponente en talleres y ha tenido lecturas en el interior del estado, así como en México D.F, Cd. Obregón Sonora, Buenos Aires y Tucumán Argentina.
Planosecuencia de una mujer maravilla / Fabiola Amaro /
Planosecuencia de una mujer maravilla
Conspiración
Soy quien te permitía seguir, quien te motivaba de tal manera que cambiabas de forma, te seducía con poderes únicos, extraordinarios. Fui quien te llevó al abismo y luego te sujetó. Te convertí en héroe de mi vida, desaté tus manos y escapaste del enemigo. Te arrastré a la paz de mis ojos, te di de beber materia de mi cuerpo. ¿Aún lo recuerdas?
Mujer de maravillas
Soy esa clase de mujer
que se queda parada en la cornisa
esperando al viento y la verdad de una noche
Las calles no siempre cuentan historias gratas hay un vértigo seduciendo
se cruza con mis piernas de acero
me hace inmortal
Este corsé no es utilería para encontrar mi sex appeal
no se define en las líneas precisas de una cintura
Es mi armadura
un caparazón de heroína no se rompe
con cualquier viento
Doble de acción
Sacó del bolso
un secreto
lo puso en mi sien
Déjame ir murmuró
En otra dimensión
Adoptó una identidad distinta indescifrable
Apretó el gatillo de palabras
y libre fue
Mujer de mundo
No te culpo
también mi vida secreta
se deriva en el reconocimiento de dos mundos
Queda reducida
a la piel que seduce tu disfraz
Guerra ordinaria
Recibió propuestas para quedarse en casacuidar niños
dormir de noche
Caravana Colmillos de musgo “Un camino que apenas empieza” Fabiola Amaro

Caravana Colmillos de musgo “Un camino que apenas empieza”
Fabiola Amaro
Hablar de la caravana, es hablar de compromiso con la sociedad en general pero redundando en los sectores olvidados del México que sucede. Este recorrido es una actividad loable que no pierde nunca el sentido altruista, no tiene objetivos partidistas, ni hay en ella intereses personales. La caravana camina con esta neutralidad para que los artistas de las diferentes entidades encuentren en ella un espacio de expresión sin censura donde puedan manifestar sus inquietudes a nivel personal y colectivo, encontrando en ellas un foro donde su voz se haga escuchar hacia otras latitudes y perspectivas que muchas veces se mantienen en la indiferencia, no porque así lo quieran sino por la carencia de espacios de expresión, por lo cual es necesario crear los mecanismos y oportunidades que en otras manos no pudieran encontrar la pluralidad de voces que habitan en México. La vida que acontece en este país nos implica y nos demanda a la vez oídos prestos y solidaridad con nuestros hermanos que son acallados por la inequidad social. Así tocaron San Luis Potosí para escuchar aquellas voces marginadas que en el arte encuentran una voz que las hace presente. Todos ellos auto gestionando sus propios proyectos culturales sin pretensión individual alguna. Bien por este proyecto que camina y toma forma creando redes colectivas unión y fuerza. Mi reconocimiento para los impulsores de este proyecto que con total desinterés insuflan un nuevo pensamiento en las conciencias. Gracias por hacerme partícipe de este largo y sinuoso camino que apenas empieza.
Fabiola Eunice Vázquez Amaro. San Luis Potosí, S.L.P.
KRIPTONITA / Fabiola Amaro /
KRIPTONITA
II.-El continente: Sin Ruido
Fabiola Amaro
Creía estar preparado para todo. Para un delirio de héroe, una estampa de villano, salvar a todos como un gladiador, incluso quedarme desnudo, pero ese día salió el sol, y no se abrieron. Ahora el cielo se burla de mis alas.

Caminaba por la acera mientras la lluvia le escurría en el rostro A paso lento, sin prisa, los pantalones pesaban como si trajera piedras, no más que aquellos pensamientos que le torturaban. No se dio cuenta de quién era ella, no la reconoció. No eran los celos incrustados en el pecho, no era nostalgia, incomprensión, ni soledad, era la pregunta obligada. ¿Me amas? No lo sé dijo ella, incertidumbre. Todos le conocen.

¿Cómo fue que sucedió? Ese día no llegaste a casa y todo mi mundo se vio tirado en dos palabras. Ella dijo: No regresará. Y te esperé con la luz apagada uno y otro día hasta que ya no daba miedo estar a oscuras. Padre: que las sombras te traigan de nuevo a la luz de este universo, al recuerdo de este niño, como un héroe.

Últimamente esta ciudad no se parece a ninguna otra, las calles lucen vacías y la gente se esconde en sus casas, cierran las puertas, seguramente dormirán temprano para no sentir los pasos gigantes, soñarán para no sentir el miedo, le dirán a sus hijos que ella no existe, que es un invento. Pero ella es tan astuta que se presentará en diferentes formas y devastará todo a su paso. La espero en lo alto de este edificio, por lo menos haré sonar una sirena para que corra el que pueda, para que tengan oportunidad de salvarse. Después de todo, ya estoy muerto.

Fuimos cómplices en un lugar donde no habitan las estrellas, en la guarida que escapamos de nuestra forma más humana, dejando que hablaran nuestros actos, huyendo de todo aquello que nos hace daño. Un acto de comunión, devorando nuestra mutua identidad. De repente sucedió, una mañana lo vi en el espejo, descubrí que el monstruo del que escapaba: era yo.

Tanto miedo destilando por los poros, tanta carga de significados, caminar sin rumbo bajo la tormenta sintiendo el agua mezclarse con las lágrima, signos y señales no vistas, había caído bajo la ignorancia de la palabra, anagnórisis la palabra errada bajo una identidad desconocida.
Despertó en otra urbe, rayos de la mañana le obligaron a abrir los ojos, su cabeza daba vueltas para recordar, las manos cubiertas por guantes y ese traje que desconocía, botas, antifaz. Se levantó, vio su capa estaba rota, ¿por qué tenía una capa?, entonces reconoció su imagen en ese cartel “Se busca”.
Tengo frío, desde hace rato mis pies están congelados, y no siento nada que no sea el frío. Solo veo el hilillo de sangre que sale de mi cabeza. Unos dicen que la caída fue estrepitosa, otros dicen que alguien me enseñó a volar mal, yo no sé nada. Todo lo que hice fue para salvarte. Lo último que recuerdo: te dejé en lo alto de ese rascacielos, te di la seguridad que te hacía falta, te besé en la frente y entonces alguien me empujó. No me di cuenta que caía.
Afuera llueve y pienso en el final de nuestra historia, tal vez no estaba preparado para ello, la confianza fue demasiada y quizás no fue la mejor opción , la amistad entre dos héroes no puede ser pura, siempre hay egos de por medio. Hay poderes que el otro quisiera tener, volar, controlar el fuego, desaparecer. Pero la fuerza de tus ojos en los de ella, fue demasiado para mí, por eso sigo aquí viendo las calles mojarse de fe.
Conocerte fue prioridad mi deseo más grande y sincero. Saber gustos y preferencias, conocer virtudes y defectos, tus sueños y pesadillas. Sabía más de ti que incluso tú mismo. Tus debilidades fueron mi arma secreta, tus pasiones mi certeza, tus habilidades mi razón de ser. Ahora te veo como todo enemigo, tan íntimo.

III.-Plano secuencia: Antífona o la mujer maravilla

Soy la que te permitía seguir la que te impactaba de tal manera que cambiabas de forma, te seducía con poderes únicos, extraordinarios, fui quien te llevó al abismo y luego te sujetó. Te convertí en héroe de mi propia vida, desaté tus manos para que escaparas del enemigo. Te arrastré a la paz de mis ojos, te di de beber la materia de mi cuerpo. ¿Qué? ¿No lo recuerdas?
Esa noche volví a sentir su aliento, el sudor corría por mi rostro, como río desembocaba en mis pechos, mi corazón latía al recuerdo de esa identidad, recuerdos en serie condenados a repetirse una y otra vez, liberando mis sentidos del instinto. A veces el deseo, es más fuerte que el temor de conocer al villano.

Clavó sus pupilas detrás de mi antifaz, puso el gesto preciso en otra cara para producir algo que aún no he podido esclarecer, una fusión de emociones que pasaron de la indiferencia al dolor, golpe a la razón. Me quitó la sonrisa inocente, mi gastado sombrero de arlequín, me dejó el sarcasmo, la locura.

Mientras estaba noqueada en el piso entendí todo, confié demasiado en este disfraz. El verdadero equilibrio solo existe para quien puede descifrarlo. Saber caer, no se aleja mucho de saber amar. Tal vez un poco de justicia no pase de largo, tal vez en otro cielo aprenda de mis verdaderos poderes.
Era el emblema de su corazón atesoraba palabras y silencios, distancias, azules paraísos. ¿Era mío o nunca lo fue? palabra que no salía de su boca. Una ingenuidad creerme parte de su vida, un soplo en su lecho. A kriptonita y pocos días, a kriptonita y pocas noches, hacíamos de cada encuentro un rito entre superhéroes.
¿Era ella o era yo? Porque todo fue tan real fuera de este mundo.Tanto espacio en su cama, y cada uno abrazando a otro. Cuando creí saber quién era yo, me llamó de otra manera. Ahora no sé quién es él.
Sacó de su bolso
un secreto
lo puso en mi sien
Déjame ir murmuró
salió de otra dimensión
adoptando una identidad distinta
indescifrable
Apretó el gatillo
y libre fue
La capa y este antifaz
se queda quieto
A nadie le importa
ser heroína en este juego
Mi condición de enamorada
es requisito de una historieta
con todo y su final no tan feliz.
No te culpo
también mi vida secreta
se deriva en el reconocimiento
de todos los mundos
Queda reducida
a la piel que seduce
tu disfraz
Pertenecer a un territorio
a un planeta inexistente
Dejar poderes guardados
en un rincón de mi guarida
Aminorar esta fuerza
para someterse a la voluntad
de un hombre que no es de acero
Por sus manos
corrió el latido
de mis venas
Cuando el superhéroe cayó
me convertí en gata que aúlla
lamí sus pies desnudos
regresé al hogar
una vida más me acecha
Soy esa clase de mujer
que se queda parada en la cornisa
esperando al viento y la verdad de una noche
Las calles no siempre cuentan historias gratas
hay un vértigo seduciendo
se cruza con mis piernas de acero
me hace inmortal
Este corsé no es utilería para encontrar mi sex appeal
no se define en las líneas precisas de una cintura
Es mi armadura
un caparazón de heroína
no se rompe
con cualquier viento

Insectum

Insectum
Insectario 1 (Mariposa nocturna)
I
Tapada, bajo el edredón, abrí los ojos y ahí estaba
hablando conmigo
hoja cíclope pegada en mi almohada
Sabe de mi tierno temor, sabe que en tres segundos
yo también apostaré por mis alas
Saldré a la oscuridad, asomaré la cabeza
y ella se habrá ido, cubierta de mi contemplación infantil.
II
Cómo esmeralda, coronada de mis miedos
brillante, casi fluorescente me mira con su ojo saltón
extiende las alas, me patea los nervios
observa anclada en el techo, laureles en las antenas
No dejaré que se alimente de mi néctar, esta vez no
fingiré que duermo, que soy jorobada, que soy de espinas
que me salen plumas, que soy colibrí, fingiré que no huyo.
III
Vuelve a casa bailando con su jade
mis manos se desvanecen
Perdóname, no habrá más episodios nocturnos
Estoy sentada, observando por la ventana mi lencería
ella se transforma en hiedra, avanza por la pared
su ojo me mira y se impregna en la corteza de un árbol
textura de piedra, asombro se viste de gesto, nostalgia, de letra.
Insectario 2 (Antídoto)
La niña duerme entre latidos
tiene una manzana de temores
atorada entre la garganta y las grietas de la tierra
Siempre la misma escena
vaga por la casa con el sobresalto de los grillos torturados
Necesita una flecha envenenada para matar la noche
Insectario 6 (Impostora)
La vida es insólita araña depravada con la que jugaron los pequeños en la tierra
marioneta del destino, lánguida, vulnerable, desmayada.
Hoy por la mañana le piqué el vientre
la araña saltó peregrina se fue a jugar… sin prisa, con otros niños.
Insectario 35 (Prosperidad)
Es necesario desechar ausencias
en donde no hay más que polvo y palabras rotas
ser prudente a la edad, a las partidas.
La vida es esa extraña especie de escarabajo
ese trébol resbalando a la tierra que nos curte
y nos hace un espacio en su cama por las madrugadas.
Aún queda la resignación del necio a ser feliz.
Insectario 56 (Estación corregida)
Nadie supo qué revivió mi pasión:
si el colibrí que frecuentaba primaveras
o el día que empezaron a salir mis puños y mis alas
Mi ansia de saberse mujer, extensión de todo.