nada se movió entre los escombros mansos de la boca
Fuente: Revista Número Quebrado N°2, 1990.
http://www.letras.mysite.com/vhd060404.htm
Doble vida, Víctor Hugo Díaz
(Primera edición, Venus Negra, Chile, 1989 –Tercera edición, Cisnegro, CDMX, 2019)
Por Gonzalo Muñoz
Me he propuesto abordar el comentario del poema Doble Vida de Víctor Hugo Díaz desde un ángulo preciso y compartimentado, haciendo foco sobre ciertas particularidades de su construcción, como conjunto de poemas, que me parecen extremadamente activas en el efecto total del libro. Por lo tanto quiero comenzar por indicar el nivel de mi lectura, estableciendo sus limitaciones como condición de su efectividad. Me interesa lo particular del texto: aquello que sólo salta a la vista en una travesía atenta y transversal por sus páginas; aquello que -oculto entre los pliegues del libro- afecta directamente al ritmo, al encadenamiento y a su arquitectura de sentido. |
Poemas de Doble vida
PARANOIA DE DAVID VINCENT
-Supongo que en la vida real sucede lo mismo no te parece-
- debe creerme inspector
ellos arrancan nuestras carnes derramándonos
se aparecen tras el gentío con sus naves de luto
tras ese ruido que somos por las cunetas
rumbo al gran desagüe -
El silencio de esos ojos
desde que el receptor ardió iluminando las cuencas
desde el primer día
Un sueño caído sobre el piso
Pupilas frías y dilatadas en la superficie del espejo
Mientras esperábamos en aquella habitación cerrada
pensando en lo que vendría.
- inspector, debería haberle visto parado
con su equipaje de bestia y recetarios de cocina
entre la ropa interior -
(como si el asfalto no anunciara a lo lejos
al ángel que habita fuego y penas
el que vio de sí -viéndose- su sangre
en púrpura vestido)
De allí que el vestuario Los dibujos craneanos
Esta lengua seca de mortaja prematura
Hablando el que despierta sin saber dónde está
Depredado semi-lúcido semi-ungular
Escupiendo de vez en cuando
hasta que el día ennegrezca
a mitad de un cigarrillo.
NADA RETIENEN LOS OJOS PARA SIEMPRE
Un cuerpo femenino baja en tacos los peldaños
Hematomas hermosos le coronan muslo
sin medias la carne blanca.
Desde su lugar Vincent la contempla
- lo primero es imaginarla desnuda
dibujando poses -
reviviendo leyendas de peste
una noche
donde no es posible dormir.
MONOLOGO III
-soñé la desnudez de Eugenia de Franval
ella desovó una estela de cabellera infantil
hacia el vacío dejado por los autos
Allí por ser lugar inhabitable;
una mano de pintura barata
telón de fondo a la neurosis
masticando entre las piernas el ácido
lo enrarecido de los barrios
figuras de primer plano animado
al ritmo aciago de lo que concluye
Si no pregunte a los muertos
y a los muertos sobre muertos
pero si los muertos no hablan
yo David Vincent o cual sea el nombre
capaz de sustentar a sangre fría ciertas cosas
que suelen conducir a la locura
Un caudal de rostros
el accidentado que aguarda su turno en la berma
después del goce.
PAGAN ROME o el afiche a la entrada de un cine
II
Pagan Rome poseía colinas
Desde arriba la ciudad le parecía un gran juego de videos
que la noche hace emerger.
Allí fuimos exhibidos ellos
todos como una redada ante sus ojos
Bebíamos de los pequeños pechos
manados de los muros que por estos sitios
Una breve postal un destello
Altivas crestas de edificios
que los últimos celajes lamen.
Pagan Rome Chile Night Club
El cuadrilátero y la llanura donde descansamos la cabeza
El sueño de Calígula la noche anterior a su asesinato
Cuando creyó ser uno de nosotros
y bailó desnudo. sin decir palabra.
ÁRBOL DE NAVIDAD
En un rincón de la escena
el árbol navideño se desgaja
Ya nadie lo mira y sonríe
El árbol de navidad se yergue la primera palabra
en medio del paisaje
Todos pasan cual ruidos nocturnos
asolando el territorio
Afuera crece la calle
una cañería entrecortada en cuyas esquinas
se puede imaginar el viento que nos arrastra
Aquí la gente camina con algún rumbo
Una vieja loca recorre las veredas
no provoca risa ni viste de negro
pero es la misma de Yonge Street*
Pasa largas horas bajo el árbol de navidad
hasta ser los únicos en aquella vasta desnudez.
* La risa abunda en la boca de los jóvenes. E. Lihn
MUERTE PASIONAL
La gota de sangre lucha por trazar un hilo
sobre la boca accidentada.
A paso seguro el voyeur excita el tacto;
con los años se recordará esta hora felina
el cigarrillo opaco entre los dedos.
El cuerpo deshojado yace en la obscuridad del parque
La negra cabellera cubriendo la herida
Clavada al hígado la cólera feroz.
PABELLON F
Los enfermeros nos alejaban del frío de la muerte
Espalda contra los muros de brazos cruzados
semejando estatuas de sal.
Una pared de libros en blanco divide la sala
La pelota de ping-pong da golpes en la mesa
(sonoros golpes reales)
Más allá unos ojos
huesos endurecidos por la espera
miran sin ver a nadie
en patios amurallados
El humo protagonista donde congregarnos
bajo el sol que sorna
La mitad de su cuerpo ramera pintarrajeada
travesti de sí mismo hecho carne
donde nos erguimos una y otra vez
-ustedes quemaron mi rostro en la televisión-
Y aquellas cuencas alucinaban lejos
en el cuadrilátero inmóvil del día.
ESCRITO EN BAJO-NIVEL
Un cuerpo femenino baja en tacos los peldaños
blandiéndose hermoso y de doble filo
Con la fuerza que se arroja al enemigo
a las ruedas de un auto
Ángel pálido y mortal
La boca cargada con carne de extraños.
LA IRREALIDAD DE LOS PARQUES
Al salir cerró la puerta
y enfiló hacia el parque
La luna llena despertaba ladridos
Un manto verde anegado de luz fría
hacía crepitar sus pasos;
pero si no se la cree uno quién –pensaba-
si todo cicatriza como en la pornografía
Porque algo parpadea y abre distinto
Ya nada por decir
Otra foto condenada a los archivos.
(Se alejó en silencio inspector;
eran otros los árboles en aquella irrealidad)