Mustang
César Rito Salinas*
Una flor
cae de un ojo
Paul Auster, Escriba
Me acerco a la ventana.
Me duelen las piernas, los tobillos,
El pudridero.
Nunca tuve cincuenta, tengo cincuenta y seis.
Soy un hombre viejo que mira el mundo desde la ventana.
No pensé pasar de los veinticinco,
Fui un niño alcohólico.
Las calles peleaban por acción.
El negro fue el color preferido de las mujeres.
Mi viejo murió a los cincuenta y cuatro,
Nunca quise vivir más años que mi viejo,
Los hombres no deben vivir más que sus padres.
Escribo con bolígrafo de tinta oscura,
A veces me da por perderme en la ciudad,
Me enamoro de mujeres enloquecidas,
Espero la lluvia en el jardín municipal.
En un tiempo tuve un perro, oh, si, cuánto amé a mi perro.
En un tiempo tuve un Mustang del 74.
Me gusta ver el mar cuando anochece,
Puedo pasar horas frente a la oscuridad.
Escucho en la radio canciones que enamoraron a mis padres.
Será importante tener principios.
Me pongo algo violento en las farmacias,
Las oficinas,
El olor del desinfectante de pisos me perturba.
No voy al beis,
No voy al fut,
No me gustan las concentraciones masivas.
En la mañana, durante el almuerzo,
Enseño a escribir poesía a un adolescente.
Me gusta quejarme por escrito,
Lo encuentro emocionante.
Las páginas corren mejor
Sobre el respaldo de los sillones.
¿Toda la vida que pasó fue para llegare a esto?
Tengo algo, tengo ánimos.
Salgo a trotar por las mañanas,
Sonrío cuando llegan los problemas.
Me enamoro de mujeres enloquecidas,
¿Ya lo dije?
Nunca cumplí los cincuenta.