Sin sentido.
Ricardo Rodríguez Morlán (Ricky Caraculo)
No siento
Ni como piedra
Planta o animal.
Cuando muera, de mi cuerpo saldrán flores de lata
Con olor a Pepsi o Coca-Cola.
Acogeré a la bala
Y posiblemente me adapte a la banqueta
Junto a la orina cualquiera.
Mi muerte no saldrá en la tele
Será sentida sólo por el pavimento y mi madre
O la fosa morena
Por el arma que besa.
No hay tiempo para tanta muerte
Y si los muertos no caben en una carpeta
Mucho menos en un minuto de silencio.
bajo este durazno amarillo que nos salpica (cisne de heroína)
Para un gato hidráulico de hormona/
Glándula pineal para mascar.
El Cat catacumba
Hasta acá hacen ruido tus mieles psicotrópicas/tropicalosas
Tu real néctar chilango barnizando las plazas y los tianguis.
La vida se nos hace ganga
O pura madriza
En el sudor de las calles
Que conocemos por bahías.
Nos olemos cómplices
En las ideas más roñosas/mañosas;
Tramos que ni vemos
De luces que se ahogan
En los túneles que paladeamos.
El iris sónico de ese ronroneo-infarto
Qué sí te veo me ves
En la despallejada madrugada
Cariñitos/champiñones
Boletos del metro
¿Cricri con mil pedales?
Más bien arpas desafinadas
Ni yo mismo sé cuánto te quiero
Fúmate un panteón completo conmigo
Vamos a tumbarle con la bacha la cabeza al alba
Respiremos ruido pocos duendes
Lo que sea que nos aguante esta cumbia rebajada.
Que ya veremos a pupila gemela
La claridad de los descarriados
bajo este durazno amarillo que nos salpica
Tomando crianza celeste o puro noventay9.
Campo precioso
Chulada adentro
Pienso en la distancia entre el toque y tu boca
En el sabor de la humedad de la costa y tus brazos
Llanuras infinitas
Lamo tus brazos
Tus chamorros
Pienso en la distancia entre el acto y el proximo recuerdo.
Entre el tacto y los demás sentidos.
Pienso en la distancia entre este día y la vida seria
Entre la nieve que comimos y la ropa que nos arrancaremos por la noche.
En tua labios y la distancia a un trago de agua.
Traeme una ola bajo tu lengua
Y un olé a 100 soles.
Nadie a topado la gracia mestiza, magia mexa
Creadora de tianguis y bosques
Jardines llenos de armas
Cuevas de hachis, tu lengua arpón de cumbias
Lo hermoso de tu mambo sin ser Pérez Prado
Pardas fronteras y comida rápida al bajón.
Se sospechan como eres reina del camino.
Reina preciosa de los días en vallejo.
En Texco, pinche México.
Me traes cacheteando baquetas y barriendo espejos.
Ya no me sospecho la maravilla de tu fauna
O el milagro de tus pestañas largas y el huerto de fruta que eres.
A mi deseo le apodan inundación
Un son ido con tu nombre amarrando el ruido.