REVISTA CARACOL AZUL
CON UNA PROPAGANDA COMO NIGUNA OTRA EN MÉXICO
Eduardo Cerecedo
He revisado con cuidado el tercer número de la revista Caracol Azul, dedicado al escritor Agustín Monsreal, plataforma literaria. Me encuentro con una gran variedad de textos. Autores de México, Colombia, Perú, entre otros. Autores jóvenes del sureste del país. El director Alejandro Ojeda Pech ha apostado por la juventud, no sólo de México, sino de todas partes de América de donde le lleguan los textos. Es algo digno de comentarios, jóvenes que en s mayoría han salido de talleres literarios, bien por ese inicio, todo corre como miel en hojuelas literarias. Hay poetas, escritores que llevan muy bien su ficha de autor, dan los datos, lugar y fecha de nacimiento, así como su carrera literaria, bien por estos datos importantes para los estudiosos de la literatura, así como para los estudiantes universitarios, o para los investigadores encargados de realizar los diccionarios de escritores de ciertos países.
Pero hay otros autores que se resignan a no poner en su hoja de vida, el año de nacimiento, y cabe mencionar que estos autores son los que tiene debilidades en su escritura, será que se sonrojan de ser, con todo respeto, aguadores, repartidores de gas, profesores de primaria, contadores, abogados, que en mitad de su vida deciden dedicarse a la escritura porque tiene conocidos en tal editorial o en equis suplemento cultural. Me refiero en especial a un poeta de Perú, que en sus poemas combinan la rima, pero mal cuidada, al final del poema ya no saben si continuar con ese ritmo y deciden por la más fácil, terminarlo con versos facilones. En los jóvenes mexicanos ocurre casi lo mismo, no será que esta manera y forma de escribir se les ha enseñado de forma errónea en los talleres, o que son malos alumnos, rebeldes que creen que escribir poemas es de lo más sencillo; coscorrón a quiénes piensa que es así. No es por nada, pero sugiero al Comité Editorial de la Revista Caracol Azul tengan cierta revisión. Muy bien que se apueste por los jóvenes, pero con trabajos dignos de ser leídos por otra plataforma de lectores que son más críticos que apapachadores. Señalaba Octavio Paz, que cuando nace la crítica, nace la modernidad, no echemos en saco roto estos consejos. Por lo demás, darle los créditos al director, ya que tiene una manera de convocar, distribuir, las propagandas de sus presentaciones dentro y fuera del su Estado, con un corazón enorme para aceptar de forma masiva a los escritores insipientes. Lo hace como ninguna otra revista en México. Aplaudible. Felicitarlos por publicar a autores con trayectoria, como es el caso de Luis Armenta Malpica. Entre otros autores importantes.
En cuanto a tema central que es un homenaje a uno de sus escritores más importantes de Yucatán, Agustín Monsreal, faltó un poco de crítica a sus trabajos; reseñas, ensayo, entrevista y porque no, alguna traducción del personaje celebrado. Desde aquí va mi opinión muy personal a los amigos de Quintana Roo. Un simple lector deseoso de continuar leyendo la Revista Caracol Azul, que en su primer número, tuvieron la gentileza de publicar poemas míos. No me queda más que desearles una larga y feliz permanencia en el panorama literario de México.