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Ideología o música, un extracto de interpretaciones alternativas, un libro que escribo. / Ramiro Padilla Atondo /
Ideología o música, un extracto de interpretaciones alternativas, un libro que escribo.
Ramiro Padilla Atondo
Ver al mundo
Todos vemos al mundo de manera diferente. Lo he escrito en otros espacios. Somos fruto del contexto en el que crecemos, la educación que recibimos, incluso la genética. No sé qué tan condicionante sea eso. Un hombre negro nacido en una favela de Brasil tiene una forma de pensamiento que contrasta con un hombre blanco nacido digamos en Huntington Beach, cerca de la playa y cuyas prioridades serían tocar en una banda de rock o dedicarse al surf.
Terminar un libro
Nunca sé exactamente cuando termino un libro. Puedo poner un punto final pero eso no significa que la historia haya terminado. Pienso en las alternativas, las posibilidades, pienso en los personajes principales y en noches de insomnio me pregunto si no me estarán mintiendo. Dejo respirar al libro. En muchas ocasiones me molesto porque me doy cuenta que si en realidad me dedicara de cuerpo entero a escribir las cosas me saldrían mejor. Pero escribir es una forma de escapar del mundo. Imagino de nuevo al tipo que ha crecido en una favela y que podría ser bien uno de los protagonistas de la película Ciudad de Dios. Pienso en el gringo de Huntington Beach y lo imagino siendo protagonista de un drama Hollywoodense.
Formas de Ideología
El mundo es narrado todo el tiempo. Ahora tenemos la certeza de quien lo narra. Hay conglomerados poderosos que quieren contar solo su parte de la historia y nosotros jugamos el papel de los personajes de la caverna de Platón, muchas veces de manera consciente. La ideología es el aire que respiramos. El aire de la ciudad de México, un aire contaminado que al final nos matará. No tenemos alternativa. La ideología es una religión sin Dios, una manera en la que los otros juegan a los dados con nosotros. El tipo de la favela piensa que la venta de drogas es la única alternativa que tiene. El chico de Huntington Beach solo ve las drogas desde su recreativismo. No sabe que metérselas es una forma de prolongar el crimen.
Un barquito llamado derecha
En Brasil están dispuestos a todo para meter a la cárcel a Lula. Su mayor crimen es haber ascendido desde la miseria a decirle a los demás que se puede comer tres veces al día. Incluso al chico de la favela. Se abaten los índices de pobreza pero eso no lo aprueba la derecha. Hay un discurso claramente diferenciado. El chico de Huntington Beach no tiene idea de que es un privilegiado. Tener carro casa y un futuro brillante es solo un accidente. El mundo se ha fracturado merced a la capacidad económica y los pobres deben quedarse de su lado de la historia. Mire usted, se lo explico de nuevo, un pobre debe tener siempre mentalidad de pobre. La derecha acumula más poder y dinero. Tengo un amigo de un poco más de treinta. Es músico. Padece una crisis existencial. Es de Huntington beach y sus padres prefirieron meterlo a un internado que educarlo. Estaban muy ocupados “triunfando”.
El ejemplo más acabado de educación en la propaganda
El presidente del país más poderoso del mundo no lee. Se educa en la televisión. Aun no es consciente de que el aparato idiota miente. Ve en la televisión a sus locutores favoritos decirle que hay molinos de viento que hay que combatir. Los ve mientras come hamburguesas. Coge el teléfono para anunciar nuevas medidas punitivas a través de su canal alternativo. Su antecesor era un mulato carismático y brillante, campeón en matar civiles con drones, iniciar siete guerras y sin embargo, galardonado con el premio nobel de la paz. Otro presidente del mismo país mandó matar millón y medio de Iraquíes. Su castigo, una biblioteca con su nombre.
Todo lo malo viene de México
Los mexicanos envenenan a los norteamericanos. Los envenenan de muchas maneras. Escribí un cuento que nunca terminé donde a la llegada de Trump los mexicanos deciden hacer una huelga de comida mexicana. Los gringos exasperados dan un golpe de estado para preservar los tacos. De fondo toca Ramón Ayala, me parece una hermosa construcción poética. Sobre todo la palabra hoy:
Seis rosas amarillas llegaron hoy
Para Rosamaría llegaron hoy.
Escuche la canción. Sobre todo el segundo hoy. Es imperceptiblemente más prolongado que el primero.
Hay una leyenda urbana que dice que el orangután del peluquín dorado odia a México porque su ex esposa lo traicionó con un mexicano. Esa sería la solución al conflicto. Mandar una delegación de latin lovers mexicanos. Y darle tratamiento especial a Ann Coulter, nuestra más grande detractora.
Cancioneros no ideológicos
He pensado que cualquier libro de ensayos, novela o libro de cuentos debería tener un soundtrack. Hasta el Baldor. Al Baldor yo le pondría a Kraftwerk para empezar. El libro de Baldor necesita a Krafwerk para ser entendido. Tienen una íntima relación. No existiría Krafwerk sin las matemáticas de Baldor. Nunca lo supieron pero están emparentados. Al igual que la música clásica que sin anunciarse aparece en Cien años de soledad. O quizá habríamos de hacer un soundtrack por autor. Que por sus gustos musicales los calificáramos o descalificáramos. Si el autor nunca escuchó heavy metal o punk debe ser descalificado de inmediato.
Música de las favelas
¿Qué música podría escuchar un delincuente? En México ya lo sabemos. En Estados Unidos Nixon fue un promotor incansable del hip hop. Es que no podía ser abiertamente racista. Mejor destruir a los afroamericanos. Esa expresión cultural y musical se hizo mainstream al igual que el blues, el jazz, el rock. No tenemos con qué pagarle a los negros lo que han hecho por el mundo. Sin los negros el mundo sería un paraje árido. Aun el country tan redneck es un homenaje a los negros del sur. Curioso que los “vencedores” toquen música de los vencidos. El hombre nacido en las favelas debe tener algún tipo de cultura musical, pero la lejanía me impide entenderla. Sé que el gringo debe tener música de surfos, por ejemplo japanese squeeze de Sashamon, o algo de Jack Johnson.
Epílogo a este minicapítulo
La música apacienta las fieras. Les dejo el soundtrack de este escrito.
La garota de ipanema Sergio Mendez
Japanese Squeeze Sashamon
Flake Jack Johnson
Death of auto tune Jay Z
Tres rosas amarillas Ramón Ayala
Kraftwerk Das model
Neme quitte pas Edith Piaf
Bright lights Gary Clark jr
DIADA / Roberto López Moreno. /
DIADA
Roberto López Moreno.
En el compendio de sapiencias titulado América Latina en su literatura, publicado en México por primera vez en 1972 por la editorial Siglo XXI, bajo la coordinación de César Fernández Moreno, en el texto “Imagen de América Latina”, al hablar de la cultura en esta parte del mundo, al referirse a lo latinoamericano, José Lezama Lima escribió: “Después de la muerte de Bolívar, Simón Rodríguez sigue sumergido en la dimensión incáica, sabe que la intuición de esa dimensión por Bolívar fue la raíz que hizo posible la independencia, sabe que la profundización de esa dimensión será el esclarecimiento del espacio americano”.
Lezama hace un recorrido por la historia de la cultura latinoamericana desde antes de la llegada de los españoles, y estableciendo paralelismos con la cultura del mundo –cara práctica de su estilo y de su ser poético- discierne apasionado acerca de la imagen americana y se emociona al describir cómo el acarreo que se trae de Europa se une a las nuevas maravillas y, nosotros, sus lectores, asomados a su ventana, imaginamos el proceso grandioso que termina dando como realidad en el tiempo ese sentimiento americano en el que muchos hombres de nuestra grandeza –ahora hablamos de Pellicer, en estas líneas- han aportado sus luces de mayor nobleza.
Dentro de esa hoguera arde el poeta gestado en la tropicanía tabasqueña, el hijo legítimo de estos soles a plomo, el que se sabe nacido con las manos llenas de color. Pero quien sabe también que su patria es más grande aún, que la cadena del idioma español con la que realiza su luminoso trabajo une espacios mucho más vastos hacia el norte y hacia el sur, y que su imaginación se debe a esa otra de la que después nos iba a hablar también Lezama.
Mira Pellicer hacia la patria que le acaban de descubrir las extensiones abiertas y entonces, el hispanoamericano, que también siente la historia y el sufrimiento de los humildes, empieza a arder en el fervor bolivariano, empieza a ser cada vez más nuestro, para ser cada vez más del mundo.
En 1917, Sergei Prokofiev, genio universal de la música del siglo veinte, concluyó una de sus obras más bellas y risueñas, la Sinfonía clásica. Como todos sabemos se trata de una obra breve en la que –según explicación del autor- pretendió interpretar cómo hubiera escrito Mozart una sinfonía con los procedimientos musicales propios de nuestro tiempo.
El resultado fue un atractivo trabajo para nosotros, sus escuchas de este tiempo; quién sabe qué hubiera pensado Mozart. De cualquier forma, el juego se hizo, la voluntad de Prokofiev lo llevó finalmente a cabo. El espíritu de este juego me hizo pensar, ya que estoy hablando –en torno de un mismo tema- de dos escritores a los que no sólo admiro, sino que amo profundamente, y tomando en consideración el reconocido sentido del humor del maestro Pellicer (y también el de Lezama) en llevar a cabo, pues, el juego de Prokofiev. ¿Cómo vería Lezama al hispanoamericanista Pellicer?, ¿cómo nos relataría su visión del personaje a la luz del conocimiento del infatigable quehacer del poeta mexicano actuando en lo poético, en lo social, en lo indigenista, etcétera? ¿Con qué palabras nos lo daría?
Quizá el atrevimiento de ahora se ganaría la sonrisa de Mozart (o a lo mejor ni siquiera se sonreía el austriaco... pero todos “sabemos” que sí), podría, en un golpe de suerte, ganar la indulgencia de Lezama al comprender su inteligencia que este proceder no es más que un acto cariñoso. El caso es que con la juguetona música de fondo de la Sinfonía clásica, lezámico yo, por lo menos en la intención, intentaré relatarme al hispanoamericanista Pellicer.
En medio y desde las magnitudes: paisaje y espíritu, en las que se finca y multiplica nuestro tiempo, el hombre de América ha sumado un nuevo verbo que se concierta con movimiento propio dentro del sistema solar.
Geométrico rejuego éste, agreste y violento, de lo horizontal y lo vertical habilitados en paisaje y espíritu, realidad y su imagen, abriendo un nuevo orden histórico-planetario. El vuelo suspendido del colibrí, magia en vilo, se casa con la huella en piedra volcánica y hojarasca de la iguana. Horizontal y vertical en una nueva versión de su interacción.
El coletazo de la serpiente marina desfasó el orden tejido por las manecillas del reloj general. Así, la conquista del renacimiento europeo impuso su sombra medieval al nuevo paisaje y a la columna de su imagen.
Entonces, en el centro del nudo del colibrí y la iguana se clavó la cruz que había perseguido el pensamiento clásico y que haciendo tiempo de su destiempo ahora llenaba las mazmorras y sentaba en la silla del garrote vil a herejes e idólatras empeñados en descifrar los signos estelares. Nuevamente los que “saben” contra los que vuelan.
Las literaturas (los pensamientos) de ultramar venían plagadas de sacralerías, de diablos y dragones, de fuerzas avernarias en lucha continua con la divinidad convertida en sabiduría. Eran desbordadas imaginerías que cabalgaban al bridón de Amadís de Gaula y se inmersaban en las atmósferas al fresco de Piero de la Francesca.
Eran ya las nuevas latitudes. Los saurios solares –el lagarto, el caimán- de lóngitos y hostiles lomos incendiados por las propias brasas del trópico, son ya en América los dragones de la Edad Media, se desprenden de la imaginación medieval y del gas aéreo pasan a ser volumen de estas tierras, peso real imponiendo su rastro entre légamos y pantanos acechantes, de un nuevo mundo chapaleando entre las desmesuradas sorpresas vegetales.
La cruz de Cristo crece, se enfrenta ahora con el otro rostro de Satanás, un rostro de obsidiana en cuya superficie están marcadas, a cincel y sangre, las elípticas arquitecturas del cosmos. La novedad de la nebulosa se mueve y crece hacia la exigencia del cronista propio.
América es un río de sus ríos, en donde bajan a lermar las aves la liquidez del tiempo. La tierra se queda y camina en el Grijalva (el Río Grande en Chiapas), en el Papaloapan (corriente de mariposas), en su Lerma-Santiago, en el Lerma que abastece desde el fatalismo y la historia, en sus ríos que son un río, colibrí de piel hidráulica que se levanta empalabrado de plumas, emplumado de palabras.
En la palabra de la iguana, convertida en agua y vuelo, caben los ojos deslumbrados de Bernal Díaz. Ahora la fantasía medieval tiene peso y forma. Se arrastra y verticaliza aérea, acecha en los mangles, se materializa en un infernal enjambre de moscos, chapotea en la corriente bajo un verde relámpago de loros. Y hay cronista.
La tierra y el tiempo (la imaginación de la tierra) acomodan su matemática. En el gas que flota sobre la nueva superficie se empieza a gestar el nacimiento de América. En medio de ese gas se desata el hilo de Góngora, ata, aspira, lucha denodado hacia el 47; el barroco camina desbordado por las calles de las nuevas ciudades donde la conquista dejó su sello de sangre y cristianerías. Se pasea con naturalidad, toma el color del aire y crece.
Después, corriente lógica de la historia, se le enfrentaría la reacción del neoclasicismo y después se desatarían sobre la superficie abrasada muchas otras formas de ver y decir la vida. El romanticismo luchará por la independencia de las naciones, el modernismo literario por americanizar el verbo dentro del espejismo europeo, inundando de cisnes, mármoles y cristales los vastos y bastos territorios poblados de cascadas y alcaravanes.
De todas estas experiencias en movimiento se ha hecho la síntesis de la expresión americana. El vanguardismo también trajo lo suyo y dio frutos tan americanos como el concretismo brasileño. En nuestro siglo el colibrí ha fortalecido la magia de su vuelo, gajo de sol vibrando desde sobre y por el lomo de la iguana.
En el bosque americano ha crecido una rica pluralidad de voces que abre sus realidades hacia los cuatro destinos que cantó el zenzontle 400 veces. Es la hora de la labor recolectora para después impulsar el puñado de sueños, el puñado de vuelos.
Cada región, cada ciudad de América, tiene una verdad qué decir al aire y tiene sus modos y formas para su cada discurso. Es la hora que inicia la integración de esas voces, es la hora de desentrañar la nuestra realidad con base en conocernos mayormente a nosotros mismos; es el momento de unificar el vuelo del colibrí en uno que represente el mágico y poderoso vuelo americano.
Y en tal hora el canto nos da presencia, canto alto, del pelliceriano eco. Hubo un hombre que impulsado con las alas de la poesía encontró la sombra de Bolívar por los caminos y hondonadas de América y se fundió con ella en el giro de su muy alto vuelo. El poeta Pellicer es el colibrí que robó el fuego al Tacquea ecuatorial para darlo a los hombres ¡Salve!, hacia arriba, hasta el contacto con la primera causa.
La fuente Castalia inunda la recientísima cartografía. A la tórrida rayos perpendiculares, bajan rayos como pirámides, como el centro medio entre la línea y el círculo.
El hispanoamericano, el latinoamericano –ave entre siglos- tuvo, palpó desde el inicio la tragedia de su cuna América. Vio el despojo, el abuso, el asesinato político, y sufrió también el poderoso impacto con la grandiosidad de la palabra. Esto fue con la figura de José Santos Chocano, en la preparatoria; a través de las palabras del peruano conoció las dimensiones de América y quedó para siempre ligado a ellas, desde la montaña blanca, desde el halo frío sobre la alquería.
En Carlos Pellicer. Breve biografía literaria nos dice Samuel Gordon cómo Pellicer fue testigo de la muerte del general Bernardo Reyes, padre del escritor Alfonso Reyes y abuelo de la poetisa y muralista (la primera muralista mexicana) Aurora Reyes: “Agazapado en uno de los balcones de su casa en la Plaza de Seminario vio cuando los generales Bernardo Reyes Y Félix Díaz intentaban tomar el Palacio Nacional. Pellicer cuenta que el general Reyes discutía con quien había sido su condiscípulo, el general Lauro Villera. A causa del ruido de las balas, Pellicer no pudo oír con claridad el diálogo. Días después se enteró por los periódicos que Villera había exigido al general Reyes que se rindiera, y ante el total silencio de éste después de tres amonestaciones, ordenó que se abriera fuego sobre él”.
Así como del paisaje, de estas tragedias nutrió su visión americana y así inauguró sus doce sobre el empedrado, con su saco de inasibles a plena luz del novísimo tiempo. Más tarde, cuando Aurora Reyes publicó su primer libro de poesía (ya sus murales los había pintado al lado de Diego Rivera, Siqueiros, Fermín Revueltas), Pellicer leyó sus Humanos paisajes y dijo de Aurora: "Con este libro Aurora Reyes se coloca en un sitio privilegiado dentro de los poetas modernos".
Lo por resolverse es forzosamente nuevo, lo sigue siendo, fuerza oculta, misterioso poder, poetisa fantasía. Pellicer vuela sobre el continente nuevo. Hay confines para las edificaciones. El indio de Santa Rosa al lado de Diego, el pintor, pasea desde Lima entre los campanarios poblanos reforzando el arco que partió de Extremadura (o Arco de Guadalupe) ¡Congadas y tocotines luiseminados! Pellicer habla con la nueva palabra de América, heredero todo él de riquezas y mestizajes.
Es condiscípulo del impresionista Joaquín Clausell y le toca la transcripción del paisaje, un paisaje que tuvo profundo sentido latinoamericano cuando desde los 16 años de edad su padre puso en sus manos aquel volumen de tapas rojas y una cinta verde como señalador que en letras troqueladas se anunciaba como Vida del libertador Simón Bolívar. Las doce a plenitud sobre el empedrado, sobre el aire. "Puedo asegurar -comentó luego Pellicer- que a los 16 años, la lectura de esta biografía determinó una serie de sentimientos que quedaron para siempre en mí", ámbitos -los cúlminos- entre 14 espejos... Y el milagro.
Pasea sobre el nuevo piso, magín y retina, Juan Sáenz del Cauri. Como buen americano, Pellicer fue preso en su juventud, cuando militaba dentro de las huestes vasconcelistas y ya hombre maduro, cuando repartía volantes en las afueras de la Embajada de Estados Unidos, con flor gongorayargotante en izquierdo del hábito.
Éste era parte del texto:
"El intervencionismo norteamericano, en todas las partes y en todos los órdenes, le ha traído a ustedes una ola magnífica de odio y de desprecio. ¿Honradamente, cree usted -se dirige al embajador estadunidense- que los jóvenes norteamericanos van a la guerra de Viet Nam con espíritu heroico o entusiasmo patriótico? ¿No les basta el tremendo problema, tan inhumano cuanto absurdo, de los nombres de la raza negra nacidos en los Estados Unidos?
"Crea usted, señor embajador, que tanto yo como muchos indoamericanos aprovecharemos al máximo el miedo y la estupidez del gobierno que usted representa". Firmaba el poeta miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, Premio Nacional de Literatura en 1964, excatedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México, ex director de Bellas Artes, creador y organizador de ocho museos.
Arriba. Se abre Febo el pecho, inunda el rostro de Ometecuhtli, ambos se desangran sobre las extensiones de Nisea, el nuevo continente.
En el ámbito de los espejismos, raíz cuadrada sobre dos espátulas de plumas, servidoras inconscientes del rectángulo epicúreo, y asiendo en tal ámbito el liro sonido, aparece como reafirmación del paisaje y de su adolorida conciencia "ese libro feo y noble que todo el mundo ha despreciado", que ha servido para que José Vasconcelos señale:
Pertenece Carlos Pellicer a la nueva familia internacional que tiene por patria el Continente y por estirpe la gente toda de habla española (...) Desde la nave aérea ha visto Pellicer su América y también la ha escudriñado con la planta del pie que descubre todos los secretos de la tierra y con la mente que contempla la historia (...) No hay en su alma torrente, ni ante el mismo Iguazú se contagia del trepidar de la fuerza confusa, sino que la resiste, la disocia, la musicaliza, la dispersa en notas o la organiza en sinfonías...
Monta el colibrí en su aeroplano y en él desciende hasta las calcinadas galerías del Mictlán.
¡América, América mía!/ La voz de Dios sostenga mi rugido./ La voz de Dios haga mi voz hermosa./ La voz de Dios torne dulce mi grito./ Loada sea esta alegría,/ de izar la bandera optimista./ Galopan los océanos y las montañas crecen./ Y sobre el Golfo de México y el Mar Caribe;/ sobre el mar Atlántico y el Mar Pacífico;/ sobre el Popocatépetl y el Momotombo,/ el Chimborazo y el Sorata;/ sobre el Usumacinta y el Orinoco/ y el Amazonas y el Plata,/ la Cruz del Sur abre su cuerpo armonioso./ El Ecuador te ciñe y te ciñen los trópicos/ y todos los climas se hacen visibles y tangibles/ en tu flora y en tu fauna./ Del Indostán, padre del Egipto, nacieron/ la religión tolteca y la religión incaica...
Y en otra parte del poema:
Teotihuacán y Cuzco están en ruinas/ pero las águilas y los cóndores todavía se levantan.
Para él aquí "Cuba divina" es "tierra naval y bailarina" y el Popocatépetl "monarca de los Andes mexicanos". Y ahora finaliza después de 39 páginas incluyendo el prólogo de Vasconcelos:
¡Oh solemne y trágico jefe de hombres!/ ¡Oh dulce y feroz Cuauhtémoc!/ ¡Tu vida es la flecha más alta que ha herido/ los ojos del Sol y ha seguido volando en el cielo! Pero en el cráter de mi corazón/ hierve la fe que salvará a tus pueblos.
Una gota de alas eriza el mar de las doce, donde la indomitez de la espuma se hace cuerpo contra la entercada liga. Pellicer es ya paisaje y violencia, poema y prisión, ya ha bebido los sorbos dulces y amargos de la realidad que se extiende entre Atlántico y Pacífico. Su modo de ser América ha sido ése. En el año de 1930 ocurrió en México el atentado contra el entonces presidente Pascual Ortiz Rubio. Entonces vino la ola de encarcelamientos y a la prisión fueron a convivir Pellicer, José Revueltas y Juan de la Cabada: "Al cabo de 11 días, casi sin dormir ni comer, me trasladaron a la penitenciaría recluyéndome en la crujia F, la de los vasconcelistas, donde me encontré con Pepe Revueltas, a la sazón un muchacho de 17 años, y con Juan de la Cabada.
"Ya estaba listo nuestro traslado a las Islas Marías. Yo tenía la certeza de ir a vacacionar a la fuerza en aquel nada acogedor sitio, por una temporada bastante larga...", hay seda para tejer el fluido de la gruta. En el vaivén crecen los días. A América se le aprehende también, y bien, por sus cárceles.
Pellicer amó y ayudó a inventar esta América Latina nuestra no sólo con la palabra, ascendió hacia la historia y descendió hasta los humildes , construyó museos arqueológicos y cantó con los autores de los corridos; como apuntó Vasconcelos, contempló América desde el curvo trazo del aeroplano y la recorrió a pie, a golpe de ríos y desiertos; supo de dulces y de amargos sobre estas tierras; y en 1966 publicó su libro Bolívar, ensayo de biografía popular, como un eslabón más de su amor infinito .
Un hombre tan entrañablemente americano tuvo que ser amigo no sólo de Diego y de Frida, sino de otros cabales pintores del paisaje nuestro como Silvestre Revueltas y Carlos Chávez. Se sumó, como se sumó América Latina a la lucha de la República Española; viajó a España a ofrecer su apoyo, junto con otros artistas de similares compromisos.
A su regreso sucedió una anécdota que él mismo escribió para mí, para el cuaderno Silvestre Revueltas que publiqué en 1975 en el Fondo de Cultura Económica. Evocó: "Un grupo de escritores y artistas mexicanos fuimos, en el verano de 1937, a España, durante la guerra, para demostrar nuestra simpatía y respeto al gobierno de la República. Padecimos los bombardeos de Franco, el traidor que asesinó al pueblo español en la persona de Federico García Lorca, joven poeta de genio. Al regresar a México, en la tercera clase de un barco francés, el maestro Silvestre Revueltas, que formaba parte del grupo, me preguntó si no tenía yo a la mano un libro mío. Sí lo tenía. Era un ejemplar de Hora de junio, de reciente publicación; se lo regalé, y poco después de nuestro regreso me telefoneó un día para decirme que había compuesto una obra para pequeña orquesta inspirada en tres sonetos que mucho le gustaron de ese libro. Está considerada para alegría y honor mío, como una de sus obras más importantes; se leen los tres sonetos alternando en forma irregular con la orquesta. Hace algunos años invitaron al maestro Limantour a presentar una obra mexicana en la Sala de Música del Museo de Arte Moderno de Nueva York y escogió esta obra de Revueltas. Yo fui el lector. La obra mereció los mayores elogios de los críticos especializados. Silvestre Revueltas es uno de los grandes músicos de nuestra América. Uno de los tres sonetos dice así:
Era mi corazón piedra de río/ que sin saber por qué, daba el remanso./ Era el niño del agua, era el descanso/ de hojas y nubes y brillante frío./ Alguien algo movió, y se alzó el río. ¡Lástima de aquel hondo siempre manso!/ Y la piedra lavada y el remanso/ liáronse en sombras de esplendor sombrío. Para mirar el cielo, qué trabajos/ sufren los ojos turbios, siempre bajos./ ¿Serán estrellas o huellas de estrellas ?/ Era mi corazón piedra de río,/ una piedra de río, una de aquellas/ cosas de un imposible tuyo y mío. La música de Revueltas pulverizó mis poemas. Carlos Pellicer. Lomas de Chapultepec, septiembre de 1973".
Huidas del aro áureo, las doce sobre el empedrado hacen imperio suscrito entre los códigos de Urania y las solmisaciones de la cuerda de Erato. En interacción dialéctica desciende el uno del descendiente, hielo ardiendo de astros y carne, oxímoron que hace una punta la otra. De Trocadero a San Juan Bautista del cuatro de noviembre hay una curva de dulce sal que se extiende por el continente todo, desde la amplia risa pelliceriana hasta el angustiado grito que escuchó Marco Antonio Acosta en aquel triste día en el que el poeta tuvo que ser trasladado de su recámara de Sierra Nevada hasta el sitio de su muerte.
Pero tan hispanoamericano, tan latinoamericano, él ya vivía desde hacía tiempo en el continente, en nuestro bosque que no madura aún ni es voz de falsa quemadura, vivía en el continente, como sigue viviendo en cada verso suyo, como sigue viviendo en las corrientes del Grijalva y del Usumacinta que desde Chiapas vienen, como sigue viviendo en el colorido del mural que la tabasqueña Leticia Ocharán pintó en el museo de La Venta, en los soles verdes, en las horas ardas, en cada partícula del continente que se suma para alcanzar la cantidad hechizada con la que hemos venido alcanzando desde el pelliceriano lezamerío la diada en la que somos por derecho propio la más gozosa y dolorida expresión americana.
LA LITERATURA ERÓTICA, SENSUAL, PORNO, EN ALBERTO VARGAS ITURBE UN HOMENAJE DE PRIMAVERA / Por Eduardo Cerecedo /
LA LITERATURA ERÓTICA, SENSUAL,
PORNO, EN ALBERTO VARGAS ITURBE
UN HOMENAJE DE PRIMAVERA
Por Eduardo Cerecedo
ALBERTO VARGAS ITURBE. Nació en Jungapeo, Michoacán, en 1953. Es coeditor de la Editorial Colectivo Entrópico y conocido como el Pornócrata Mayor. Ganó la beca de escritores con trayectoria, FOCAEM, Estado de México en 2008. Estudió Sociología en la UNAM. Fue editor de la revista Desmadre y El Escriba, su OBRA PUBLICADA: está escrita en Cuento: Francisco Frías, Una temporada en San Miguel Teotongo, Ed. de autor, 1999, Historias lujuriosas, Espacios literarios, 2000, Historias de mi otro yo, Espacios literarios, 2005, Miscelánea los tarascos, Espacios literarios, 2006, El sexo me da Neza, Ed. Milenio, reedición, 2006, La apología del burro, 2008; Poesía: El Canto del Fístulo, 2010, La pinta flaca, EFE, 2011, (Poesía infantil). Novela: Necropsia de un poeta, EFE, 2011. Ha publicado en antologías como Cofradía de Coyotes, Ardiente coyotera, Hojas de verano, Antología poética del taller Charles Bukowski, Ediciones Las dos Fridas. Es compilador de los libros: Que el tiempo lo decida, Aquí todos soñamos, Bragas de la noche, Potrancas y garañones, La otra orilla del deseo, La travesía, 2009, Danzando en el espejo, 2010 y el más reciente, El Cantar del guijarro, 2017. Ya suman 21 antologías que él ha coordinado en este proyecto importante pata la literatura en Ciudad Nezahualcóyotl.
La literatura de Alberto Vargas Iturbe tiene un eje temático, el coito, la cópula, el apareamiento, el follar entre hombre y mujer, pero él es el personaje principal de sus historias, el describir lo que ha vivido con las mujeres en distintos sitios y atmósferas; pero más que las putas, estos personajes femeninos surgen de las convivencias en el barrio, la colonia, en su casa, en las tiendas que ha tenido, la miscelánea. Así, vivencia, lo que sueña y por supuesto lo que imagina encuentran un cauce: la escritura. Allí tiene el nacimiento su literatura. De esta manera el contar en primera persona le ha dado la seguridad para seguir creando otras realidades con su oficio, el de escritor, en la poesía, de igual manera, aunque ya pierde el sentido de asombro, para él, escribir en verso lo conforta valiéndole madres lo que piensen los demás. Así es Alberto Vargas Iturbe, En necropsia de un poeta, Novela, desentraña lo que es, a través de contar esas historias muy particulares: los cachondeos, posiciones de mujeres bien buenas surten y nutren las escenas porno de esta novela. Por tanto, si alguien quiere conocer algo nuevo, digamos entre comillas, lea esta novela erótica, sensual, porno. Donde los personajes en su mayoría femeninos; mujeres jóvenes, casadas, dejadas, que están deseosas de sexo porque sus maridos simplemente ya no las tocan, es allí donde entre el personaje mayor hacer de las suyas. La invitación está hecha, a leer se ha dicho.
UN GRUPO DE POETAS E INTELECTUALES se reunieron el pasado 23 de marzo del presente año en el Centro Cultural las 2 Fridas, en Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, para rendirle el 4 Homenaje a uno de los autores más representativos de ese municipio: Alberto Vargas Iturbe, mejor conocido como el Pornócrata Mayor, así es su dote bien ganado a fuerza de utilizar ese estigma como un estandare en su narrativa. Un hombre alegre, de carcajada limpia, que en más de una ocasión ha expresado que la literatura lo ha salvado de la violencia, y que gracias a ella es un hombre creativo. Ha incursionado en el cuento, la novela y la poesía; siendo el cuento donde ha tenido sus mayores logros escriturales, desde aquel libro que lo lanzó a la fama, El sexo me da Neza, allá por los noventa. Pero veamos que opina Alberto Vargas Iturbe sobre esa serie de homenajes qe le han venido relaizando sus amigos.
¿Qué opinas sobre este homenaje en Centro Cultural las 2 Fridas, este 23 de marzo? Creo que los homejanes deben hacerse en vida, que te den una placa y un billete, eso sería lo mejor, ahorita que uno está vivo, que uno puede disfrutar.
¿Cómo inicia este homenaje? Bueno, la verdad ya son cuatro homenajes, El primero fue en Aguscalientes, donde di una lectura, entonces unas damas que escucharon lo que escribía me fueron a parar la lectura, porque era ofensivo para la mujer. Así fui el personaje de la semana en los diarios. El segudo fue en la Colonia Roma, y el año pasado y hoy es en las Fidas, estos homenajes encabezados por Sergio García Díaz. Creo que este último, mis amigos me ven tan jodido de salud, que deciden hacerlo, pero se la pelan porque ya me estoy componiendo. Ya estoy mejor. Que bueno Beto, que tu salud vaya mejorando, así tendremos Alberto Vargas Iturbe para rato, Eso sí canijo. Por que tú eres cabrón, pinche Cerecedo. Pues acá seguimos Beto.
LA FARÁNDULA LITERARIA HA OPINADO SOBRE NUESTRO HOMENAJEADO:
Noemí Luna García (Editora de EFE)
Alberto Varga Iturbe, no sólo para Neza es un referente en la literatura erótica, porno-sensual, sino para el resto del país. Debo decir, que él ha escrito cuentos infantiles, el único libro de ese género está editado en Eterno Femenino Ediciones, La Pintan flaca.
MAYA LIMA (Poeta)
¿Quién es el Beto Vargas? El que no perdía la esperanza de recibir un año nuevo con un encerrón de hotel, cenando unas latas de atún, unos chetos y unas chelas. Yo sólo café, porque no bebo, decía. Cabe aclarar que cada año hacía la bonita invitación para ello, -a ver si es chicle y pega-
SERGIO GARCÍA DÍAZ (Poeta)
Alberto Vargas Iturbe... Un ser del campo que se hace ciudadano, un ser simbólico, imaginativo, lingüístico que habita tres mundos: el campo, la ciudad y su cabeza metida entre las vulvas de cientos de mujeres proletarias.
JULIO HUERTAS (pintor)
Alberto Vargas Iturbe. Mejor conocido como el Pornócrata. Recuerdo a Beto, vendiendo libros en el (CRCN), que cargaba en una maleta de piel color vino, me acerqué y le compré uno, y me regaló su biografía, que le escribió Ana Luisa Calvillo. Interesante, de ahí 2003 a la fecha he leído la mayoría de sus libros. Es muy leído por los jóvenes, al principio no leía sus propios texto, se ponía nervioso y nos pedía que en los eventos donde acudíamos por invitación de Sergio García, los leyéramos, hasta que Checo le dio, ZX z wccsscscs dijo Lee tú mismo tus cochinadas. Y así lo hizo, es difícil olvidar la voz del Pornócrata, y más difícil olvidar sus textos.
AVIMAEL CABALLERO (Músico)
Buenos días máster, Beto para mí, es un humanista loquillo siempre, siempre buscando culo para palanquear. Gracias.
FILADELFO SANDOVAL (Dramaturgo)
Beto Vargas, escritor del sexo incendiario. Avasallante creador de una literatura sacudidora en donde, quienes tienen una conciencia mojigata, se solazan al leer sus narraciones impecables contra la pudorosa doble moral de nuestra sociedad. Gracias. Poeta Eduardo Cerecedo.
EDUARDO SOTO (Poeta, Declamador)
Beto Vargas Amigo, dicharachero alburero y cogelón. Promotor cultural personaje que representa las vivencias tabúes en su literatura muy poco común pero aceptada en distintas edades. Beto Vargas el pornócrata Una leyenda.
DIONICO MUNGUÍA J. (Poeta)
Alberto Vargas Iturbe
Como referencia de una comunidad que no tenía mucho que dar, pero que al final sobresalió a su pesar, en contra o a favor, depende de quién vea su aportación a la cultura de Neza. Puedes dejarlo de lado, pero definitivamente no puedes decir que no existe, te guste o no lo que hace...
Así en la palabra escrita, sus compañeros han manifestado su amistad, su reconocimiento por el amigo, por el escritor que ha sabido mantenerse activo en estos tiempos tan difíciles para la creación y me refiero para editarla, difundirla, llevarla a sus lectores. Muchas gracias Alberto Vargas Iturbe por tus libros, por tu amistad, por tu manera de ser y de ver el mundo de hoy.
Arturo González Cosío, el cuarto poeticista o el samurái del haikú dialéctico / Por Andrés Cisneros de la Cruz /
Arturo González Cosío, el cuarto poeticista
o el samurái del haikú dialéctico
Por Andrés Cisneros de la Cruz
Arturo González Cosío (1930-2016), “sociólogo, político, filósofo, poeta y samurái”, en palabras de Álvaro Arreola Ayala. Perteneciente a una generación “intelectualmente soberbia”, es un poeta de la naturaleza, o dicho de otro modo, un guerrero que reconoce que la paz es el acto bélico por antonomasia. Entre las armas de los árboles y los animales del bosque esgrime la metáfora perfecta para entender el arrojo del ser a una dimensión que le exige parsimonia. Porque no hay pasividad en su vida, ni liberación de la controversia. Fue un poeta ermitaño, en tanto al medio poético se refiere, en parte por su actividad política, y por otro lado, por su tendencia al silencio: lo breve.
González Cosío, “animador violento del poeticismo, movimiento fundado por Enrique González Rojo. En este grupo confirmó propósitos y tomas de conciencia” (Montes de Oca), es el cuarto elemento de esta revuelta de mitad de siglo. En su juventud fue militante de izquierda, al igual que los demás poeticistas; su identificación fue con las causas de empoderamiento social y la ecualización del bien común. Más tarde militó en el PRI, junto a personajes como Manuel Camacho Solís o Porfirio Muñoz Ledo. Curiosamente la gran lista de poetas nacionales mexicanos, fueron parte del proceso de la Revolución Institucional, incluido Jaime Sabines, o los Contemporáneos con sus diversos puestos diplomáticos, y no se diga la generación de Mitad de Siglo. Sin embargo, a González Cosío esta adhesión le ha costado ser borrado del mapa poético. ¿Por el hecho de ser poeticista, y devenir de un movimiento de emancipación social?
El poeticismo, como bien se ha empezado a estudiar, en su impulso primero es un dolor ante el mundo descubierto: un arrojo a querer cambiar el curso de lo que en un golpe de realidad, se contempla trágico; la devastación de la conciencia como un acto atroz sobre el gran mal que representa la ignorancia de los sometidos y la filosofía (de la mano, y también del pie, de la poesía) como una posible salvadora “unívoca”. En Poemas de Europa, escribe González Cosío: “Los charcos son peces inmóviles, / cuelgan del anzuelo de la tierra / como aves caídas / o lentos arroyos, / reflejan un dolor en esta tarde / en la que veo caer una por una / las hojas del árbol de la lluvia / que insensiblemente golpean / con música repetida / el horizonte de la calle.”
Los poeticistas son descendientes dialogantes de Juan José Arreola, en su hermosa colección Los presentes, punto que los vincula con diversas perspectivas de la literatura nacional, sin embargo, al avocarnos en la lectura de los primeros poemas de los cuatro integrantes, encontramos evidentes coincidencias de un plan de trabajo común. Guillermo Tell, Pulgarcito, Pinocho y Kierkergaard (que recuerda mucho el ludismo de Consejos de un discípulo de Marx a un fanático de Heidegger, de Mario Santiago Papasquiaro) el sangrar de las piedras, Narciso, Shakespeare, y la integración premeditada del cotidiano de frases hechas o lugares comunes, vueltos metáforas sorpresivas, mezclado con personajes clásicos y fabulescos; también la filosofía y la fauna como un ejército en favor de hacer con un navajazo un cierre para abrir los ojos a las clases bajas, aunque al final, resultaron ser los propios poetas los que despegaron los párpados.
Bien se sabe que nada se pondera en su tiempo, si no es por su propia imposición. Los prejuicios históricos, de partido, de condición de cuna, sea en lo proletario o en lo burgués, tiende a encontrar aversiones declaradas. La crisis de identidad de los artistas es el campo minado de la construcción social. Y justo ahí donde uno no elige, sino que es dado, literalmente, en las manos de los padres, el nacimiento, es la cuna que redondea una vida. El origen y su devenir. Sin determinar un destino, pero con una dirección contextuado.
Arturo González Cosío, el menos conocido de los poeticistas, excluido de las lecturas realizadas por los pocos críticos que han dedicado tiempo a estudiar tal movimiento, es una pieza fundamental para entender la complejidad neutral que tomó este movimiento en el siglo XX, con miras al siglo XXI. Justo en ese proceso de des-automatización de la escritura que representa el poeticismo, en tanto la conciencia de un estado de conocimiento constante, interno y externo, es donde recae el gran peso de su aportación, más allá del poeticismo inglés, que busca la continuidad de la tradición de una identidad ya conformada en tanto nación imperial dominante. Contrario a ello, el poeticismo mexica se da en una economía colonia, y su sentido empuje espontáneo es descolonial, lo que genera un choque frontal con la percepción europea.
En la obra de Arturo González Cosío hay una lógica de la masa, del cúmulo, del insecto, de lo pequeño, que termina por integrar toda obra que se perciba grande, toda columna. Es una especie de Viaje a la semilla, al modo de Alejo Carpentier: de manera sintética, compacta, mínima, con la que el cuatro vate poeticista, el converso podría decirse, principia con los Poemas de Europa (1954-1956), con la experiencia de vivir en la Alemania de posguerra, a trabajar detenidamente los elementos judiciales que ayudarán a enfrentar batallas imperceptibles detrás de los juzgados, ante el constante juicio de la realidad, y por tanto, la injusticia institucionalizada, el debate constante de si la muerte de alguien fue útil a una causa, o le fue vana. Vanidad del resultado. Banalidad del esfuerzo por obtener un fin. El mal, es, esa ignorancia práctica (Hannah Arendt), ese ser que sin importar el otro, obedece el designio del que gobierna, del que ostenta el poder (desde su propia impotencia), en tanto el que tiene el poder y lo ejerce sin ostentación alguna.
La variable de la obra de González Cosío, respecto a su grupo de juventud, es, que desde el haikú, forma un corpus para desarrollar una lógica, “poética”, diría González Rojo, que desde una óptica inamovible, concibe el acto de lucha: de existir en contra de lo que le rodea, leamos: “Hay que desvanecer las conjugaciones / desnudar lo entretejido / revisar la trama hasta encontrar la libertad / que gira en cada cosa / en cada trino / en las raíces del mundo”.
Y por ejemplo, en términos poeticistas, se pronuncia respecto a la piedra: “Mi dolor es más grande que yo / pensé que sólo vivía en mí / pero ayer frente a piedras / humilladas frente al sol / achicadas y pulidas en el camino / supe que mi ser era / sólo una parte suya”. Y en el poema Mi muerte es un reloj de arena: “Serpientes cascabelean / un lenguaje de polvo / sus huellas son piel abandonada / sueños en larva inútil”.
Sus primeros poemas, como he apuntado antes, son francamente poeticistas, muy cercanos a los bosquejos de Eduardo Lizalde, en la Mala hora o las Décimas de Guillermo Tell, y con Enrique González Rojo en Dimensión imaginaria y el proyecto ya en formación de Para deletrear el infinito, así como con Ruina de la infame babilonia, de Marco Antonio Montes de Oca. Esta etapa que González Rojo denominara prepoeticista, en su libro Reflexiones sobre la poesía (ayer y hoy) (El Aduanero, Verso Destierro, 2007), es el evidente andamio de un titiritero que todavía no sabe disimular los hilos, aunque estos terminen por cumplir una función estética parecida al teatro sobrexpuesto del cine dogma de Lars von Trier en la puesta de Dogville, sólo que cincuenta años antes de dicha producción cinematográfica. O, con cierta similitud con el absurdo de Ramón del Valle Inclán, con su esperpento, o con August Strindberg, con su naturalismo, o al pre-poeticismo de Josué Mirlo.
El poeticismo, es su ambición denostada, es una especie de guion cinematográfico que funciona en cuadros, o escenas metafóricas: “Después orejas largas y de papel, / bonete carnavalesco que anuncia / un cerco de risa, / esa que viene de afuera y duele adentro. / Pero comenzamos / con la manzana / sobre la mesa / y el corazón / sobre el estómago; / hasta Guillermo Tell / de seguro erraría la flecha” (Mi muerte es un reloj de arena, González Cosío). Aunque William Burroughs a diferencia del Guillermo de Cosío, no erró y acertó en el corazón de la mariposa abierta. Contraposición de sentidos con los poetas beats, semejanza también. Y México por escenario. Evodio Escalante hace un análisis detenido sobre este ángulo en su libro La vanguardia extraviada (UNAM, 2003).
Poeta de la legalidad o del laberinto eterno, para González Cosío cada ser es una encrucijada, una guerra. Sus primeros trabajos poéticos son apuntes críticos de una sociedad enajenada, en tanto que su obra ya centrada en su trinchera vital, se vuelve de análisis desde la animalia conceptual, que en su propio misterio y simbolismo, conlleva un modo de supervivencia, pero también una poética de existencia. Desde el Pequeño Bestiario Ilustrado, pasando por Los Animales Que no Cupieron en el Pequeño Bestiario y su emblemático poema Los elementos, hasta El Códice de la Guerra Invisible, Cosío, bien lo dice la poeta Verónica Volkow, puede ser ubicado “como el heredero mexicano más poderoso de José Juan Tablada”. Y suma Montes de Oca: “La imaginación de Arturo irrumpió, como puede colegirse, desde muy joven, en que se distinguía por ser risueño, fantasioso y con espíritu libre. Era, sí, perito en hallazgos, y algunas de sus imágenes no dejaban nada qué desear, pero no se dejaba llevar por la originalidad hueca y los juguetes estrafalarios a los que éramos tan dados sus compañeros de generación”.
Así, la metáfora de González Cosío es una maquinaria social, cual sociólogo, y al mismo tiempo, una animalización de la humanidad, y no una antropomorfización de todos los animales. El humano mirándose en un espejo con rostro de ave, de escarabajo, de insecto. De amanecer.
Apunta Oswaldo Días Ruanova “fue Wu Yuanshan, autoridad en literatura de las dinastías Tang y Song, quien llevó a Pekín la noticia de que un poeta azteca, raramente dotado de espíritu oriental, escribía versos de novedad profunda en formas genuinamente clásicas”. Lo cual el lector confirmará al deshilar haikús tan esenciales en su sentido bucólico, en su contemplación de la sabiduría de la naturaleza y sus formas de realización.
Verónica Volkow expone con claridad este silencio de piedra franca que hace de natura el misterio constante “algo del oficio de los antiguos arúspices, indagando por el destino en las entrañas de la bestias, o de lo sacerdotes africanos solicitando respuesta al fuego para alguna pregunta, parece haber heredado Arturo González Cosío. Sus imágenes poéticas, cuando no tienen un abierto carácter de augurio, se proponen la exploración del misterio”, y ejemplifica con el poema de Los Elementos, para más tarde rematar “son muchas veces presagios, pero a veces, deliberadamente, las convierte (las metáforas) en sugerentes consignas, en mapas cargados de sabiduría para el camino”.
El paisaje es un ser vivo. Y la línea, una metáfora del horizonte. La función de la metáfora así, en González Cosío, es la revelación de la explosión cósmica, en la piedra del poema que se concreta en el lenguaje del poema, conciencia del tiempo y el cosmos que desde lo subjetivo del que escribe, halla el tejido de su exposición. Es decir, cada humano en función de su lenguaje, es la perla, o la gota que bajo el portaobjetos da muestra del tejido del todo. Y lenguaje es el microscopio que enfoca las estrellas que cohesionan una forma.
Lo complejo de hacer una poesía despierta que sueña, y no una que es sueño de alguien que la sueña sin haber despertado, es la grieta, el abismo, entre el surrealismo y la potencia poeticista, como bien lo apunta Montes de Oca al referirse a González Cosío, que “vio en la naturaleza al habitante arquetípico del poema. Lo breve, rostro nuevo de lo infinito”, “de ahí surge un espacio que acompaña a sus fantasmas nómadas. Surge el matiz en fuga como casa de lo insólito. Tanta imagen certera, nos habla de una poesía donde, por fortuna, el ‘asunto’ que embrida y concentra a la subjetividad, no se pierde como es el caso de la interminable infantería surrealista que se salva sólo por sus excepciones”. Arturo González Cosío vuelve sus haikús, runas para el correcto ejercicio del juicio sobre las formas de vidas que alcanza a entender el humano, y se nota en la búsqueda de precisión con su versar, que cumple las tres estancias de la realidad plausible: primera: principio y fin, segunda: superficie y tercera: volumen. Así la función del poema se vuelve cuerpo, es historia de un instante que se prolonga en el tiempo hasta que desaparece la piedra en el agua y se siembra en el fondo, mientras las ondas en el epílago se propagan hasta besar la polvosa orilla, y moldear un tanto, el barro, con su boca de agua.
Feminicidio, una visión crítica a partir del pasado 8 de marzo de 2018. Alicia Marisol Ocampo Salgado y Elizabeth Ocampo Salgado
Feminicidio, una visión crítica a partir del pasado 8 de marzo de 2018.
Elizabeth Ocampo Salgado en colaboración con Alicia Marisol Ocampo Salgado
El término feminicidio acorde a la RAE significa: “asesinato de una mujer por razón de su sexo” en estos primeros días del mes de marzo, la ONU lanzó una campaña #AhoraEsElMomento* que busca impulsar el empoderamiento de las mujeres mexicanas en los entornos rurales como urbanos y el reconocimiento de las activistas. ¿Si un feminicidio es la expresión máxima de violencia en contra de las mujeres por parte de los hombres, por qué incluso la terminología va relacionada exclusivamente con el campo semántico que gira en torno a lo femenino visto en su sentido peyorativo?
Mary Beard, la académica inglesa en su libro “Mujeres y Poder” trabaja el sentido del poder del hombre con una mentalidad occidental en su capacidad de silenciar a las mujeres, lo anterior quiere decir que el grado más elevado de silenciamiento es el feminicidio como una forma de acallar a través de objetivar, castigar, violentar, violar y/o asesinar.
El feminicida ( en su mayoría el novio, esposo o pareja de la víctima ) lanza un mensaje hacia el resto de las mujeres y a nivel social de que por mucha que sea la lucha o la denuncia; ese cuerpo tal parece se marca o transgrede a manera de proceso colonizador, ya que en un proceso de conquista el invasor destruye lo simbólico o sagrado ( senos, vagina, útero, fecundidad ) Un hombre o varios hombres al torturar a nivel físico y psicológico, al infringir dolor o asesinar niegan y castran su propia femineidad.
En “ese cállate para siempre” las campañas en contra del feminicidio deberían dirigirse hacia los hombres, es decir desde el punto de vista religioso, político, militar y social. La ONU así como Amnistía Internacional deben cambiar la perspectiva porque de nada sirve hablar de cifras ( 7 feminicidios diario tan sólo en México o que el 49% de mujeres son asesinadas con armas de fuego, acorde a las estadísticas de la ONU en el año 2017 ) o discutir sobre la problemática en foros, coloquios o a nivel de conferencia.
El hecho de que una persona vaya a la cárcel a cubrir una condena tampoco resuelve el problema de raíz, que es dejar de vislumbrar a una mujer como “un objeto que es propiedad del hombre”, ya que no sólo paradigmas de corte religioso: la mujer fue creada a partir de la costilla de un hombre, siendo que la mujer lleva la mayor carga a nivel genético y da vida tanto a hombres como a mujeres está presente a nivel de constructor mental. Mientras la situación de una mujer como parte “de la propiedad privada o el Estado heteropatriarcal sea una norma” por mucho que se levante la voz no habrá cambios significativos.
Los estudios de Silvia Federici no sólo dan luz sobre el trabajo reproductivo y de cuidados que hacen gratis las mujeres como sostén de este Capitalismo voraz, sino que los hombres al ser explotados en su mayoría por otros hombres reproducen esquemas violentos en los hogares los cuales son el escenario común donde se desarrollan los feminicidios. Atacar los espirales de la violencia exige trabajar talleres vivenciales donde se expongan problemas de género desde el nivel educativo elemental y superior hasta los medios de comunicación: prensa, radio, televisión e Internet ya que conforman mentalidades. El estudio profundo en torno a los problemas de género no le compete exclusivamente a las mujeres sino a los hombres aunque más que el dominio de la teoría, trabajar con las soluciones tiene que ser una prioridad.
La censura en redes sociales debería ir dirigida a erradicar la violencia ya que una víctima de violación o los familiares de una mujer asesinada se enfrentan no sólo al victimario, a la propia familia nuclear que por vergüenza o desconocimiento silencia a sus allegados, a la impunidad y burocracia que reinan en los procesos legales, a los medios de comunicación que criminalizan a las víctimas y hoy en día al ciber linchamiento social donde se culpa y responsabiliza a la víctima no a los hombres que violan, torturan, golpean, están en el negocio de trata, son pederastas o asesinan a la que fue su pareja o a otras mujeres.
Si bien los datos que arrojan las estadísticas deben ser revisados desde la visión del Protocolo Latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género, para checar desde qué punto se toman las cifras ya que el feminicidio es un problema de salud pública que requiere un tratamiento con perspectiva de género en la parte penal, por ende una serie de procedimientos especializados en el área de Investigación precisamente para darle un seguimiento a los casos desde su gestación, consecuencias, prevención y resolución. Cuando una mujer es asesinada por el novio, esposo o pareja regularmente deja hijos y por supuesto familiares en total desamparo que no sólo requieren reparación del daño a nivel cuantitativo sino evaluar el daño a partir del proyecto de vida de la víctima. No basta con saber las causas de que algunos hombres oNo basta con saber las causas de que algunos hombres o mujeres se conviertan en feminicida sino la forma de prevención aunque dirigida especialmente a los hombres. Si se trata de un problema de salud pública: Gobierno-Economía-Salud- Educación- Sistema Legal-Milicia-Empresas-Medios de Comunicación deben trabajar al unísono para erradicarlo.
*A nivel mundial, la campaña #AhoraEsElMomento buscará impulsar medidas para empoderar a las mujeres de todos los entornos tanto rurales como urbanos “y reconocer a las personas activistas que trabajan sin descanso para reivindicar los derechos de las mujeres y conseguir que estas desarrollen su pleno potencial”, informó ONU Mujeres. La campaña fue lanzada con el apoyo de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONUDH), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Centro de Información de las Naciones Unidas para México, Cuba y República Dominicana (CINU), la Unión Europea, el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, Cultura UNAM, y el Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidios, una alianza de 36 organizaciones de derechos humanos y de mujeres en 20 estados de la República Mexicana. En México, durante 2016, se registraron en promedio 7 asesinatos contra mujeres diarios, de los cuales el 48.8% se cometieron con arma de fuego, 17.2% por ahorcamiento y 16.6% con objetos cortantes, de acuerdo con el estudio “ La violencia feminicida en México, aproximaciones y tendencias 1985-2016”
Alicia Marisol Ocampo Salgado, Psicóloga Forense con Especialidad en Género, Violencia y Políticas Públicas UAEMEX. El acercamiento con las personas que han vivido situaciones de violencia de género ha despertado el interés en analizar sus diversos escenarios.
La mujer como cumbre de la evolución del ser humano / Adán Echeverría /
La mujer como cumbre de la evolución del ser humano.
Adán Echeverría.
y el falo masculino,
en vez del pecho femenino,
es convertido en el punto
central (axis mundi) de la
imaginación.
Joseph Campbell
Una vez que reconoces que la Palabra (lenguaje), es el primer descubrimiento de importancia vital de los seres humanos (luego el fuego), en el camino para pasar de un estado animal para comenzar a fundar una sociedad, y más adelante una civilización, podemos reconocer que la construcción del concepto Mujer, como hoy lo conocemos, vino mucho después.
Mi afán es reconocer con Enheduanna (la primera escritora de que se tienen registros, conocida como la primera autora que firmó sus obras), describe en la “Historia de Sargón” (su padre, el Rey de los Sumerios), la historia de ella misma (su biografía), y nos relata, cuenta, narra, el Mito de Moisés (quien fuera dejado en un río y salvado por una princesa que le devuelve el poder de reinar sobre los demás, reconociendo su nacimiento), mucho antes de aquellos pasajes Bíblicos recogidos en el Pentateuco o en Leyendas Griegas y Romanas. (Gilgamesh –diluvio–, la leyenda de Sargón; mito del elegido dejado en un río y rescatado –Moisés, Hércules– de las aguas).
Las erradas interpretaciones que con el paso de los años, han hecho las instituciones de poder para doblegar a la mujer son muchas, y deberían ser ya suficientes. Por ello señalo:
1) La tradición judeo-cristiana habla de un hombre (Adán) hecho a imagen y semejanza de dios (o de la simpleza de reconocer que es el hombre –escritor– quien hace a Dios a su semejanza); y de una mujer (llamada Eva) sacada del torso de ese primer hombre (para luego culparla de la caída); algunas tradiciones cuentan igual de Lilith, una mujer anterior a Eva, que no se comporta sumisa con Adán, ni con Dios.
Yo niego la idea de la sumisión de Eva que pretenden extraer los cínicos desde los textos bíblicos, y señalo que el hombre (varón) y la mujer son entes en equilibrio; complementarios únicamente para la procreación, pero disímiles y no necesarios para la práctica del placer (todo lo que causa placer es un dildo, luego hasta el pene puede ser un dildo –dice Beatriz Preciado en su Manifiesto contrasexual).
2) Cómo vemos en los textos que nos deja Enheduanna, ha sido la mujer quien con la inteligencia y reflexión, fue dando forma a los signos que venían de la oralidad, apuntando las primeras historias, y declarando los primeros poemas, con forma de rituales, y registrando, narrando, e inventando los primeros hechos fundacionales de las civilizaciones humanas (en el caso preciso, la sumeria) que luego ha dado lugar a tantas otras, y en la época actual dentro de una connotación judeo-cristiana-islamita. No ha sido el lenguaje por sí solo (los etólogos reconocen los lenguaje existente en infinidad de especies animales); el camino hacia la civilización del animal llamado humano vino con la representación gráfica de aquel primer lenguaje. El hecho de apuntar, crear una grafía, primero para representar el imaginario, y luego como símbolos capaces de representar fonemas.
3) Ya Harold Bloom ha comentado a favor de una mujer Yahvista, como la escritora del Pentateuco, hablaba de una mujer de la corte del rey Salomón, e incluso aclara que fue Betsabé, la mujer que el rey David le arrebatara a Urías.
4) Cuál es entonces la idea de limitar a la mujer dentro de las religiones judeo-cristianas, incluso dentro del Corán, sino solamente el ocultar, por miedo, y rompiendo todo equilibrio, la realidad de la fortaleza de toda mujer, generando persecución sobre ellas, y arrastrándolas a la parte oscura de la sociedad, invisibilizándolas en todas las ocasiones que se les permite, y haciendo de ellas servidumbre.
5) Lo que puede hacer el miedo al otro (en este caso al reconocimiento de la mujer), en toda sociedad. ¿Qué gran valor tiene la mujer que es capaz de gestar en su interior la vida humana? ¿Qué grande es la Naturaleza, que permite la unión cromosómica, de las células masculinas al óvulo para generar vida?
6) Necesario es reconocer en la literatura, en la historia, el registro de nuestra identidad como seres humanos, funcionales para el equilibrio de las energías, y reconocer las intenciones reproductivas separándolas de las placenteras. La mente vive más tiempo que los órganos reproductivos. Necesario es atender al placer del conocimiento sobre el placer sexual, esa nuestra parte que nos une con los demás animales.
7) Refundar el concepto de Mujer como Origen del Lenguaje y Cumbre Evolutiva, con la capacidad para reproducirse y dar vida a un nuevo ser de la especie humana, dependiendo únicamente de que lo desee, y no dependiente del hombre (varón) ni de la sociedad que muchas veces la fustiga.
El Santoral, desde textos como “La leyenda dorada”, nos entrega varones santos que rechazan a la mujer, acusándola de carne que se pudre, de impureza; nos entrega mujeres que se aceptan sucias, y se someten a sus jueces con la esperanza de ser 'limpiadas de sus impurezas'. Ideas publicadas en la “Leyenda dorada”, alrededor de 1260, en la Alta Edad Media. Porque ha sido desde las instituciones oscurantistas de la Edad Media donde surge el oprobio hacia la mujer, donde surge el deseo de destruirla, el deseo de arrebatarle los “ríos de agua viva” que implica el Alto Conocimiento de la voluntad femenina, férrea e inquebrantable. Es en la Edad Media en donde comenzó a implementarse el Falocentrismo, y se abandonó los sexos complementarios, una Madre tierra que debía ser fecundada por la semilla (mírese aquellas enormes columnas, a manera de falos, sembradas en la tierra en muchas ciudades de la cultura maya: Mayapán, Chichén Itzá, Uxmal.
Ese miedo, ese terror, ha caminado a través de las instituciones religiosas, y las malas interpretaciones de los textos sagrados. Se ha roto, a conciencia, con los mandatos de equilibrio de los primeros textos, para construir desde el miedo, desde el abuso de poder, cárceles intelectuales, culturales, y sociales, para someter a la mujer: El martillo de los brujos, es una de esas espantosas obras, hecha por monjes.
Se ha querido hacer caer esas barreras, esas cárceles, y muchas veces se ha actuado desde el equívoco de pretender los mismos derechos, obligaciones y responsabilidades del varón, para la mujer, cuando son totalmente diferentes. Me explico: La mujer no es el anverso, no es el reverso, no es la parte faltante del varón. Lo que debe buscarse es el nacimiento del poder primigenio, la invención y uso inaugural del lenguaje escrito, que nos entregó Enheduanna, la representación gráfica de la oralidad, que permanece en el tiempo. Reconocer el valor primordial de la Mujer como el centro del universo, como la contadora de leyendas; y entregar al Varón el sitio complementario como gestor de vida humana, únicamente.
El agua no puede recogerse, y es incontenible, sin la jarra. La mujer es el agua, fluyente líquido vital, el hombre apenas es el jarro, el receptáculo. Llevamos siglos equivocándonos, y es necesario volver sobre nuestra historia, volver los pasos hacia atrás, y reconocer a la mujer como la cumbre de la evolución humana, sin la cual, nuestra especie se extinguiría.
EL ACTO CREATIVO / Sergio García Díaz /
EL ACTO CREATIVO
/ Sergio García Díaz /
El devenir del ser humano y la creación son inseparables. Lo que hace, piensa y dice han determinado la hominización y los procesos civilizatorios del hombre. Al respecto Federico Engels nos plantea, en su librito de El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, que fue la mano la que determino el proceso de la transformación de los homínidos, que fue la mano sujetando una piedra la que dio como resultado de la idea, el pensamiento, la erección, transformarse en bípedo. Ese largo proceso fue un proceso creativo.
La creación es el acto humano por excelencia. La creación de herramientas, instrumentos, artefactos, lenguaje, obras de arte, música, pinturas rupestres, danza, arquitectura, escultura, poesía, también, han creado al mismo hombre. La acción creadora colectiva e individual ha creado al mismo hombre y a la misma sociedad.
En el caso del lenguaje, creación humana, a su vez ha creado un dialogo continuado con las primeras manifestaciones literarias. Desde los sonidos guturales, la articulación de sonidos, silabas, palabras, enunciados hasta que el propio lenguaje ha alcanzado vida propia y se mueve por su cuenta. En la naturaleza hay un lenguaje natural, que a partir de la Teoría del Caos, los fractales han demostrado que los sonidos, colores, energías formas también son lenguajes de la naturaleza y nosotros como seres humanos, animales humanos demasiado humanos no dejamos de ser parte de la naturaleza y de la madre tierra. Lo único que nos podría distinguir sería el lenguaje humano, el cual ha escapado al humano mismo.
Pero regresemos al tema del acto creativo. Donde crear es engendrar. Donde la obra incluye al creador. De tal forma que se habla por ejemplo: este es un Picasso, el estilo de escribir inconfundible de Jorge Luis Borges. Hasta cierto punto la creación hace un poco más libre a su creador.
El acto creativo es un proceso donde se concreta la creación. Hay un inició donde la creación es inacabada, son balbuceos, sonidos, hasta llegar a momentos de síntesis, que perduran el tiempo y nace lo clásico. Nacen los clásicos. Nacen los mitos, los iniciados, los iluminados. El arte y la artesanía. El artesano y el artista, el amateur y el maestro; nacen las escuelas de arte y los talleres de creación. Y pasa de lo concertó a la abstracto y de los abstracto a lo concertó hasta llegar a lo virtual y el cuerpo como soporte. Meter el arte a recintos cerrados, hasta el arte público y del arte público al recinto cerrado. Y se cierran ciclos y se abren ciclos.
De ahí que se hable de arte como proceso y devenir. De tal forma que el acto creativo y el proceso de creación formen parte de la historia, de la realidad. La captura de la realidad por el acto creativo. La sublimación y el gusto estético se a ligera hasta llegar al manierismo y la imposición de normas, el canon. Y en otra vuelta de tuerca se liberaliza de nuevo el proceso y todos pueden acceder, lo que vivimos ahora.
Para Alain Badiou el acto creativo es una multiplicidad sin uno, una multiplicidad sin centro. Y Guille Deleuze nos permite visualizar que la ciencia, el arte, la filosofía podrían ser articulados en algunos puntos y líneas de intercepción. Lo que ya Federico Engels había avizorado en la famosa Carta de Engels a Block donde dice que la historia es un sinfín de paralelogramos. Que hacen posible cierta visibilidad de la realidad en coyunturas determinadas, es el momento en que se da el acontecimiento. El arte es un acontecimiento. Así saber, reflexionar, sentir se articulan en un proceso creativo.
En el libro El balcón del presente, Alain Badiou nos habla sobre la obra de arte, el creador, la verdad como fin último del objeto artístico, la idea y el acontecimiento:
- El arte no es el descenso sublime de lo infinito en la abyección finita del cuerpo y del sexo. Es al contrario la producción, por el medio finito de una sustancia material, de una serie de subjetiva infinita. Afirmamos que no hay, en arte, sino obras. Y que una obra es siempre terminada, acabada, tan acabada como es posible.
- El arte no podría ser expresión de la particularidad, ya sea étnica o yoica. Es la producción impersonal de una verdad que se dirige a todos. El esquema de la expresión supone que cada uno, en tanto artista, es una suerte de singularidad inefable. El animal humano no es de ninguna manera la causa, solamente el lugar, o uno de los lugares. El artista como individuo no es sino materia viviente prestada a un sujeto que, porque él es, en la forma de la obra de arte, un sujeto sensible, tiene necesidad de tal materia. Pero una vez dispuesta la obra-sujeto, podemos olvidar enteramente su soporte individual transitorio. Sólo la obra es afirmativa. El artista es el elemento neutro de esta afirmación.
- La verdad de la cual el arte es el proceso es siempre verdad de lo sensible, en tanto sensible. Lo que quiere decir: transformación de lo sensible en acontecimiento de la Idea. Aquello que, entre los procesos de verdad, singulariza el arte, es que el sujeto de verdad se extrae lo sensible. Mientras que el sujeto de verdad en la ciencia se extrae de la potencia de la letra, en la política del recurso infinito del colectivo, y el amor del sexo como diferenciación. El arte hace acontecimiento de lo que es el colmo de lo dado, lo sensorial indistinto, y es en ello que es Idea, por el cambio de lo que hay allí en aquello que debe advertir a su propia finitud.
- Hay necesariamente pluralidad de las artes, y cualesquiera que sean las intersecciones imaginables, ninguna totalización de esta pluralidad, es, ella, imaginable.
- Toda arte viene de una forma impura, y la purificación de esta impureza compone la historia, la verdad artística y de su extenuación.
- Los sujetos de una verdad artística son las obras que la componen
- La composición es una configuración infinita, que, en el contexto artístico del momento, es una totalidad genérica.
- Lo real del arte es la impureza ideal como proceso inmanente de su purificación. Dicho de otro modo: el arte tiene por material primero la contingencia del acontecimiento de una forma. El arte es formalización segunda de la venida de una forma como informe.
- La única máxima del arte contemporáneo es la de no ser imperial. Lo cual quiere decir también que no debe ser democrático, sino democrática significa: conforme a la idea de la libertad política.
- Un arte no imperial es forzosamente un arte abstracto, en el sentido siguiente: se abstrae de toda particularidad y formaliza este gesto en abstracción.
- La abstracción del arte imperial no considera ningún público particular. El arte no imperial está ligado a un autocracismo proletario: hace lo que dice, sin acepción de personas. El arte no tiene que preocuparse por su clientela.
- El arte no imperial debe estar sólidamente ligado como una demostración, tan sorpresiva como un ataque de noche y tan elevado como una estrella.
- El arte se hace hoy solamente a partir de lo que, para el imperio, no existe. El arte construye abstractamente la visibilidad de esta inexistencia. Es lo que comanda en todas las artes, el principio formal: la capacidad de hacer para todos visible lo que, para el Imperio, y entonces, también para todos, pero desde otro punto de vista, no existe.
- Convencido de controlar la extención entera de lo visible y de lo audible para las leyes comerciales de la circulación y las leyes democráticas de la comunicación, el Imperio no censura más nada. Abandonarse a esta autorización de gozar es ruina de todo arte, como de todo pensamiento. Debemos ser, despiadadamente, nuestros propios censores.
- Más vale no hacer nada que trabajar formalmente por la visibilidad de lo que, para el Imperio, existe.
Hasta aquí Alain Badiou, quien reflexiona ampliamente sobre el proceso de creación de objetos artísticos y sus múltiples posibilidades de relación con el todo. Y el papel del arte como una esfera de construcción de verdad. De sensibilidad, de ser para todos. Inclusive para el mercado y el consumo, sin que eso altere el sentido de libertad del creador.
Las cuestiones contextuales, circunstanciales, temporales del acto creativo, también tienen una esfera de libertad, de existencia, de ser, de estar siendo, que tienen que ver con otra categoría que es la intencionalidad. Donde los residuos de libertad se encuentran en la lucha contra la nada, en la existencia desde el subsuelo. La lucha de la existencia contra la nada tiene un punto de partida: la acción creadora. Se crea para existir y trascender. Aun que como dice Badiou, al final lo que transciende es el objeto artístico y con el a veces el nombre del autor.
El hombre, dice Luhnmann, es sólo el entorno del sistema y no forma parte de él, pues es únicamente su operador circunstancial. E aquí una paradoja de la acción creación. El creador como un sujeto o como un operador circunstancial. Pero igual que en el viaje, lo más importante es el viaje, no llegar al lugar de destino, lo más importante es la sensibilidad, el sentirse libre, como creador en el proceso de la acción creativa.
Heidegger al respecto nos dice que la experiencia creativa se asemeja al acontecer. Todo comienza con un estado de ánimo. Siempre estamos en un estado de ánimo donde nos suceden y nos acechan las circunstancias. En ese estado de ánimo acecha el tedio y el hastío, el aburrimiento de sí y el mundo. El tener que tomar una decisión nos puede sacar de la nada, de tedio.
La angustia, la necesidad de tomar una decisión, nos pone en el camino de la transcendencia. Pero cuando el creador intenta convertirse en la mejor oferta para el mercado, se acoge a lo banal. Cualquier cosa que crea será una mercancía para el consumo.
La sociedad de consumo en el capitalismo postmoderno, en lo que se ha dado en llamar el Sistema Mundo. La estética del mercado, el diseño echa mano de creativos para envolver un producto. Pero, así lo creo, el acto creativo, nada o muy poco tiene que ver con el consumo, en la creación para el consumo se piensa en la masa consumidora. En el acto creativo no se piensa nada más que en crear para ser en el aquí en el ahora, para ser en la trascendencia. Y ese ya es un acontecimiento. Como dijera Mijail Bajtin: “No se puede entender la vida más que como acontecimiento” y la vida es un acto creativa y la creación es un acto ante la vida, son el acontecimiento de estar en la emoción de la vida.
El acto creativo es una especie de regresar al origen. Cada creador es un intento de origen y originalidad. El creador como sujeto es un creador de un mundo, todo lo que sucede al interior de una obra es un origen. Entre más original es más creíble, es más verosímil. La intimidad del comienzo es el comenzar hacer algo. Hacer algo nuevo. Mientras crea el creador no está en su mundo está en el mundo de la creación, en el mundo de la obra, en el mundo de su creación.
El acto creativo es una repetición. La repetición da como resultado el virtuosismo. Así la poesía es acto, cuando se está escribiendo el cuerpo se mueve al ritmo de la escritura, el cuerpo se musicaliza, se verbaliza, se escritura. En el silencio más absoluto y en la soledad más silenciosa el poema nace y permite escuchar cuando uno lo lee el latido del corazón que lo escribe, cuando está escrito desde el cuerpo, desde la circulación de la sangre, desde los latidos del corazón, desde los movimientos involuntarios de las vísceras.
Francisco Pérez Cortés nos dice en su libro sobre el acto creativo, nos dice que la repetición en el hacer tarde o temprano arroja luz. Es una forma de alcanzar la plenitud que se desconoce. Como dice Rumi, por la herida se alcanza a ver la luz.
DE LA VIDA A LA POESÍA: ACTOS MUERTOS (Un ensayo hacia nosotros) Cristina Arribas González
DE LA VIDA A LA POESÍA: ACTOS MUERTOS
(Un ensayo hacia nosotros)
Cristina Arribas González
Durante esta carrera me he encontrado las siguientes acciones: personas que no te querían aportar la documentación de un contrato, personas que plastifican libros intentando que no veas los errores de impresión, personas que te piden dinero con la intención de menoscabar tu ilusión, con los años he aprendido a distinguirlos, personas como estas desnaturalizan la poesía. Y Siempre me he mantenido firme. Para mí la poesía tiene poco que ver con el lucro, la poesía es una intención, una acción hacia delante. Estas personas están entre todos nosotros, siguen publicando libros, abriendo librerías, editando. Y la cultura sigue poseyendo al arte, porque vivimos en un mundo en el que ya vale todo.
Los llego a comprender metidos en la porquería de un mundo rápido y poco cultivado. Cultivar es alimentar. Las cosas nacen podridas cuando no cultivamos la simiente.
Animamos a la gente a leer, a los escritores a escribir, pero seguimos pisoteando los derechos de las mujeres de los niños (ojo, he escrito niños en masculino), queremos un mundo callado, lucrado. Todo es demasiado intelectual o demasiado superficial. Lo intelectual es inteligente, el conocimiento se expresa en una actitud frente al mundo. Filosofar, es ser amiga, poetizar es tomar posesión de la palabra, de lo que significa, entenderse en, poetizar es significar. (DARLE CONTENIDO AL MUNDO).
El libro ha dejado de tener significado contemporáneo. Ya en Europa ocupa el lugar de clase, especie, en Latinoamérica sobreviven algunos, aunque la plaga ya se está derramando. Derramar otra palabra con contenido almático y vital. El libro se ha convertido en una especie de indeterminismo figurado como lo que pretende la cultura con el arte. Con la idea de novedad. Todo es nuevo al mismo tiempo que es, que se produce… todo es muerto.
Hay lugares donde se habla de profesionalizar el arte, incluso escuelas, estas están vacías de contenido, porque para que el arte sea arte necesita de una experiencia libre y auténtica. Estas escuelas mienten vilmente porque saben que pueden hacerlo, porque están apoyadas por la institución y al artista solo le queda entrar en la rueda.
Cuando me he querido proyectar, cuando he ofrecido cosas diferentes, siempre ha resultado extraño porque estamos acostumbrados a entendernos en lo que debería ser. Pero el ser está muy lejos de todo esto, por ello nuestra mayor revolución contemporánea es ser. Querer ser.
Me pregunto qué significado actual tiene la poesía, si hemos alcanzado ya al ego y trabajamos más allá de la palabra. Qué sentido tiene escribir. Si dejar de escribir es un acto de entrega con la palabra.
No sé si alguna vez seré contestada, puede que mi aportación sea sintetizada algún día con una historia como los pueblos muertos. Los pueblos de todos nosotros y que solo existen en los sueños como una moraleja del realismo mágico.
Y aquí todos los pueblos seremos nosotros intentando mirarnos.
Un amortiguador llamado propina y redondeos no solicitados. / Elizabeth Ocampo Salgado /
Un amortiguador llamado propina y redondeos no solicitados.
Elizabeth Ocampo Salgado
Ciudad de México, sol abrasador mediodía y el intenso tráfico. Por los rumbos de la Merced se amotinaron tres veces para lavar el parabrisas del auto; botella con agua jabonosa, trapos y jaladores. Nuestra jornada terminó con vidrios rechinando de limpios porque en total nos abordaron 4 veces si a eso le sumamos el servicio del despachador de gasolina. Hicimos cuentas y en total damos de propinas un aproximado de 2500 pesos al mes tratando de subsanar a un gobierno fallido e inexistente que no genera empleos bien remunerados y a una iniciativa privada incompetente. Llega a mis oídos la rola de la Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio: " gran circo es esta ciudad " porque también seguimos contando con séquitos de tragafuegos, payasos, vendedores ambulantes, personas que usan su propia discapacidad o la de sus familiares, cilindreros y los que me falten. La mal llamada clase media hace una labor que resulta cómoda para empresarios y gobierno al mantener cierta tranquilidad amortiguando estallidos sociales gracias no solo al redondeo sino a las monedas que se reparten todos los días. El INEGI no muestra cifras reales porque a los que viven de propinas o alguna actividad de comercio informal no los catalogan como desempleados. En junio de 2017, el 59.3% de la población de 15 años y más en el país se ubicó como económicamente activa (Tasa de Participación). Esta tasa es superior a la registrada en el mes inmediato anterior cuando se ubicó en 59.2%, también con cifras desestacionalizadas. * Nuestro destino sigue entre smog, ruido, claxonazos; los limpiaparabrisas siempre abordan al del auto austero jamás al blindado, con vidrios polarizados, deportivo o lujoso ( aplica también para corralones donde empresarios hacen uso de instancias públicas para llevar dinero a sus arcas ). Lo irónico es que mientras algunos sectores de políticos hacen mal uso del erario público los de a pie somos asaltados todos los días comenzando por cajeros automáticos donde el redondeo, becas o los apoyos " no solicitados " se extienden también a las tiendas que uno encuentra en casi cada esquina; gravamen no solicitado después de las 10 de la noche, redondeos que no sabemos a ciencia cierta a donde van a parar y si a esto le sumamos los seguros o servicios no solicitados que te cargan al recibo telefónico así como " saldos congelados de telefonía móvil " los cuales deberían ser un delito porque no les basta jinetear con las AFORES sino con dinero que no les pertenece. El uso del automóvil en la mayoría de las ciudades mexicanas implica vivir no sólo enganchado al tráfico y todos sus bemoles sino a un ejército de franeleros, limpiaparabrisas, valet parking , pago de estacionamiento, parquímetros, pensiones y fotomultas donde al igual que los redondeos se desconoce el destino así como los montos totales ( ¿ Corporativos extranjeros o redondeos que son usados como donaciones deducibles de impuestos ? ) De todos es sabido que reclamamos más en materia de fútbol soccer; mientras mi individualismo no sea trastocado o mi falsa comodidad, el uso del auto particular no debe ser nuestro ideal no solo por cuestiones ecológicas; exigir resultados visibles y a nivel de políticas públicas deberían ser una tarea obligada para cualquier mexicano.
* Fuente INEGI 2017.
La lira de Santana / Víctor Manuel Pazarín /
La lira de Santana
Víctor Manuel Pazarín
Luz siempre es luz, oscuridad siempre es oscuridad. Yo lo llamo fragmentos de miedo.
La luz tiene un objetivo: iluminar. No mentir, ni separar, ni dividir, ni comparar, ni competir;
solamente complementar y elevar.
CARLOS SANTANA
Sólo una vez he visto y escuchado —en vivo— a Carlos Santana.
Santana, quien en mil novecientos sesenta y nueve —a los veintidós años— se dio conocer como solista en el mundo de la música con el álbum Santana, y actualmente (y desde hace varias décadas) es considerado uno de los más grandes guitarristas del orbe musical, este año cumple sus primeros setenta años.
Pero Carlos Santana no siempre fue Carlos Santana —uno de los veinte guitarristas más grandes de todos los tiempos de acuerdo con la revista Rolling Stone—, sino que antes, mucho antes, corrió —como muchos de los niños que ahora tienen su edad— por las calles de Autlán (de la Grana, y luego de Navarro, Jalisco), su pueblo natal.
De acuerdo con un documento oficial del ayuntamiento (emitido el catorce de septiembre de dos mil dieciséis, para declarar el veinte de julio como Día de Carlos Santana en Autlán de Navarro), Carlos es hijo de José Santana Meza y Josefina Barragán Corona y pasó sus primeros años en el barrio de la Sirena.
Su padre fue integrante de un mariachi. Fue él quien inició a Carlos (y a sus hermanos) en el aprendizaje de los instrumentos
musicales y el gusto por la música tradicional mexicana. Primero fue el violín, pero a los ocho años, cuando su familia se muda a la frontera, encuentra que es la guitarra.
A Tijuana llega en mil novecientos cincuenta y cinco, con ocho años de edad. El encuentro con el músico Javier Bátiz le cambió la vida. Y bajo su tutela aprendió los acordes esenciales imitando a los grandes músicos como de B. B. King, T-Bone Walker y John Lee Hooker, influencias que aún se notan cuando uno lo escucha tocar la lira.
En Tijuana, siguiendo las líneas de su leyenda, Carlos tocó en clubes de música locales con el grupo Los T.J.’s, en el que era bajista; luego, en mil novecientos sesenta y uno, su familia se mudó a San Francisco de California, donde el ambiente hippie fue propicio para que surgiera Carlos Santana, el músico, con su banda la Santana Blues Band, en 1966, un año después de haber obtenido su nacionalidad norteamericana.
Su carrera en ascenso logró que del Filmore West de Bill Grahams fuera luego al legendario festival de Woodstock, donde, el dieciséis de agosto de mil novecientos sesenta y nueve, abrió su participación con “Black Magic Woman”.
Antes, mucho antes había escuchado a su padre tocar en un mariachi (en dosmil catorce, en una entrevista con el periodista de El Mundo de Madrid, Santana respondería a una pregunta sobre sus orígenes musicales):
—Usted nace a la música en los 50, justo en el momento en que acaba la era del mambo y llegan el rock and roll y las guitarras eléctricas. ¿Qué música recibe por primera vez, la que le da el latigazo, la conmoción? ¿Es la de mariachi de su padre?
—No, antes de tocar música de mariachi mi padre tocaba la música de 'Vereda tropical' [Santana entona quedo y bonito]. La música de Agustín Lara, Toña La Negra, Pedro Vargas. Música cubana hecha en México, Pérez Prado... Luego, de aquel mambo surgió el 'Zoot suite', los 'pachucos' que copiaban a Cab Calloway [que en los años 40 crearon en California una forma mestiza de vestir y de bailar a medio camino entre el mambo y el jazz]. En Tijuana empecé a meterme al blues, a la guitarra eléctrica de Chuck Berry. Para mí era lo mismo,
como cuando recibes algo divino y te da escalofríos o cuando descubres tu primer orgasmo espiritual o físico. Eso es la música de Pérez Prado o Chuck Berry. Eres chiquito pero ya tienes esa frecuencia. No sabes ni cómo ni por qué hacerlo, pero, como dice John Lee Hooker, “lo tienes dentro y tienes que darlo”.
Desde su salida del pueblo en mil novecientos cincuenta y cinco, Carlos Santana no volvería sino en el año dos mil uno —cuarenta y seis años después—, cuando lo declararon hijo predilecto del pueblo.
El hijo pródigo volvió al pueblo
Sólo una vez he escuchado en vivo a Carlos Santana.
Campos de agave azul por el camino. Los miro como ráfagas desde la ventanilla del auto que nos llevará hasta Autlán, donde Santana será declarado hijo predilecto de su tierra nativa, a la que nunca había vuelto desde su pronta salida hacia, primero, Tijuana, y luego a San Francisco, donde creció y se hizo el músico que es. Yo lo había visto y escuchado si no recuerdo mal en mil novecientos setenta y cuatro, en uno de los primeros conciertos donde él, en definitiva, era la estrella y me había fascinado, al igual que a mis primos quienes conformaban hoy un trío romántico y otros días una banda de rock en Zapotlán.
Viajamos en un auto rentado por un camino de frecuentes curvas que van, irremediablemente, hacia los desfiladeros. Somos tres reporteros y el chofer quien, en este instante —y de manera súbita—, hunde hasta el fondo el freno y tuerce el volante para evitar el golpe contra un atrabancado que se cruza en nuestro camino. Son las once de la mañana de ¿qué día? ¿De qué año?
Salí entonces levantado en vilo por tres guardias del palacio municipal del poblado, porque había entrado al recinto donde, en ese momento, le entregaban las llaves a Carlos Santana; mis piernas se elevaban y de pronto escuché una voz que reconocí. Ordenaba a los guardaespaldas que me dejaran, que él era mi amigo y que podía entrar, que yo era su invitado. Bajé hasta el piso y entré. Me coloqué justo a unos centímetros de Carlitos y él me sonrío. Me dijo algo que no entendí, pero sí pude saber que su mirada me tocó. Ofreció unas
palabras en un mal español y yo miré el oro falso de las llaves. En seguida fuimos hacia una calle donde se levantaba una figura parecida a Santana. Tocaba una guitarra. Luego se hizo de noche y en un baldío, donde se había dispuesto un escenario, me coloqué justo en una esquina. Fui allí, al pie del espacio escuché la lira de Santana, quien de pronto volvió a interpretar “Black Magic Woman”, “Europa” y, finalmente, “Samba pa ti”. Había esperado yo veinticinco años para que ocurriera, y sin haberlo imaginado, en una distancia de un metro Santana rasgaba las cuerdas para lograr que yo volviera a sentir otra vez la misma emoción de la primera vez. Retornó entonces a mí aquel año de mil novecientos setenta y cuatro y una especie de sueño se había cumplido… Luego el músico se retiró del escenario y ya no lo volví a ver.
Son las once de la mañana ¿de qué día? ¿De qué año? El automóvil se detuvo a unos milímetros del coche que se cruzó, intempestivo, ante nosotros. Entonces supe: hoy es veinte de julio de dos mil uno. Ahora escucho a Santana tocar “Black Magic Woman”, “Europa” y, finalmente, “Samba pa ti”...
Lo tienes dentro y tienes que darlo
Lo pensé entonces —lo sentí— cuando escuché tocar a Carlos Santana en aquel improvisado templete de Autlán; lo pienso y siento ahora: para el guitarrista ese breve concierto fue tan importante como cuando fue al memorable Woodstock Peace, Love, Music festival y abrió con “Black Magic Woman” su concierto.
En realidad las líneas musicales de Carlos Santana son —y serán por siempre— “Black Magic Woman”, “Samba pa ti” y “Europa”.
La primera tiende sus redes hacia la música negra (latina y norteamericana), la segunda va hacia sus orígenes latinos y la tercera abre su universo al orbe.
Tres líneas de la mano de Santana que son las vías hacia toda su obra que es amplia, esas fuentes que han permitido al guitarrista mexicano darle sentido a su ser musical y, al mismo tiempo, rendirle un homenaje a sus orígenes.
Ahora que gira el disco vuelvo a escucharlo como aquella vez, la única en que lo he escuchado y visto en vivo. Esa primera vez que lo vi
supe que Carlos Santana no necesitaba hacer sino tocar, no hubo aspavientos, movimientos desequilibrados, carreras por el escenario de aquí para allá, de allá para acá, solamente se paró en la orillita del entablado y cerró los ojos: hizo entonces que el universo todo se centrara en sus manos y logró hacer que todos, absolutamente todos los que allí estuvimos encontráramos nuestro centro musical. Supimos —quiero imaginar— que el universo es musical. Y que ese cielo soleado que nos amparó esa tarde, era éste y todos los cielos del mundo. El aire fue, entonces, música: fuimos con ella y en mi caso logré sentir lo que había dentro de él, porque lo dejé entrar en mi ser y su espíritu fue como un rocío de luz: inundó todo, fue el absoluto. Paró todo su movimiento el universo.
Escuché —como sucede ahora— que en las tres canciones había una gramática.
En unas más que en las otras, es posible percibir no solamente la gramática sino también una sintaxis muy clara, una narrativa y una poética.
Es en la canción “Europa” donde mejor se siente —y al sentirla se ve, se palpa—, su escritura que es obviamente, musical. Hay, pues, una historia sin historia: su narrativa de algún modo invisible. Pero está, como el viento que nos toca el rostro…
Ahora mismo voy hacia ese aire.
Sólo una vez he visto y escuchado —en vivo— a Carlos Santana.
Pero una vez, en el año de mil novecientos ochenta y nueve, del radio despertador que me levantaba a las seis de la mañana, de pronto surgieron las notas de “Europa”: fue entonces que alcancé a percibir la íntima escritura de la melodía. De entre sus ramificaciones logré encontrar una veta que es a la vez visible e invisible: la melodía tiene una profunda raíz erótica que se hace sentir.
Esa mañana, entonces, me desperté con una erección provocada no por un cuerpo de mujer, sino por el corpus erótico de una melodía tan cadenciosa que va en crescendo y, luego, parte a otro lugar, para luego reencontrarse para lograr la concentración necesaria que debe tener toda obra sensual, sexual y, es claro, erótica.
Nunca antes o después, con una canción tuvo mi cuerpo tal revelación, pero ocurrió —y seguramente volverá a suceder con “Europa” —quizás la Europa de Santana tiene la referencia de la mitología griega, aquella de la que Zeus quedó prendado cuando recogía flores en el campo y éste, como un dios libidinoso se tornó en hermoso toro que ella montó para viajar en sus lomos hacia Creta…
Podría ser, pero es una suposición; lo único cierto fue que “Europa” me erotizó una mañana.
Nosotros agarramos y lo hacemos universal
El veinte de julio de dos mil uno vi por primera vez y única —hasta ahora— a Carlos Santana en su pueblo natal. Ofreció en agradecimiento un breve concierto en un tablado alzado sobre un pequeño campo. Había vuelto después de cuarenta y seis años y fue como ver a un dios.
En El Mundo de Madrid, le preguntó José Manuel Gómez:
—La música latina de California y la de Nueva York tienen tradiciones musicales separadas. Cuando hace su versión del “Oye como va” de Tito Puente consigue unir agua y aceite. No sé hasta qué punto fueron conscientes en Nueva York.
—Nosotros agarramos y lo hacemos universal, y en Nueva York tocan música no más que para Cuba o Puerto Rico. Tienen una devoción increíble a la clave, si no tocas en clave [clap-clap-clap-pausa- clap clap] no vales nada. Bateristas como Buddy Rich o Tony Williams no saben nada de clave, pero es imposible pararlos. Y también hay muchos músicos que vienen de Cuba y no saben tocar James Brown, ni Sly Stone, porque, si no hay clave, se pierden. El lenguaje de EEUU es multidimensional. Si vienes y no quieres aprender algo y compartir, mejor ni vengas. Necesitas oír con otro oído. Ni Billie Holiday, ni Coltrane tenían clave. ¿Cómo vas a medir a la gente su forma de respirar? Mucha gente viene a EEUU a imponer su cosa y no a aprender. Yo vine a aprender.
El veinte de julio vi tocar a Carlos Santana, faltaba un mes y medio para la tragedia del 11 de Septiembre en Nueva York.