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Lunes, 01 Marzo 2021 23:42

Caronte o una inútil encuesta • Daro Soberanes

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Caronte o una inútil encuesta

Daro Soberanes

 

En Mi Óbolo a Caronte (Evocación del general Bernardo Reyes) —edición inédita y extensa hecha por el INEHRM en 2007 de aquel manuscrito que en 1925 escribiera Alfonso Reyes y que Cuadernos Americanos pretendiera publicar en 1962 sin tener éxito— la narración líquida del lance histórico que envuelve al padre del regiomontano ilustre es silenciosa, colmada de un respeto devoto, objetiva a veces, subjetiva siempre en la medida que lo describe, parcial y lícita. Ahí, en ese óbolo, hay bastante dolor que pesa sobre el alma de don Alfonso.
Y queda el pasaje-evocación.

Pero esto que escribo no se referirá a la familia Reyes, a la parentalia Reyes, sino a un número de Letras Libres, el que corresponde a diciembre de 2004, número que, al buscar mi traspapelado Óbolo, asomó su portada vieja justo debajo de aquel maravilloso libro. No hay vínculo, a mi parecer, entre la revista y el escritor de Monterrey que valga la pena mencionar —sólo tal vez las páginas del Diario inédito (LL2)—, sin embargo, me gustan algunas características de la revista de Krauze. La edición final de aquel año llamó mi atención (o volvió a llamar mi atención ahora) por el tema central que se propuso tratar aquella vez: la poesía mexicana. No hay mucho que decir sobre los artículos escritos en ese número en torno a tan infinito tema, sólo una inusitada convocatoria que hace la revista merece esta mención, no por ser “osada”, ni por preguntar lo que pregunta, sino por lo insustancial que se puede ser en una encuesta redactada.

La invitación que nos hizo Letras Libres aquel diciembre (¡hace más de quince años! Eso la salva. Cosa vieja, cosa del pasado. O tal vez, no) fue para responder quiénes eran entonces los diez mejores poetas mexicanos vivos. Debo entender que se refería a los diez poetas más sobresalientes en aquellos días. Vaya pregunta, a la que debemos dimensionar dentro del marco de las publicaciones literarias de prestigio hoy exoficial. ¿Quiénes llegan a nuestra cabeza? ¿Qué nombres? ¿Cómo saberlo? El Cielo es como lo describan los apóstoles.

No condeno este acto, como lo menciona la revista: es un ejercicio. Lo que provoca extrañeza es la idea y el hecho de que sea la propia revista quien ofrezca un listado de nombres posibles a los cuales aludir, y en el extremo del caso, a los cuales socorrerse. Ya en el mayor de los atrevimientos —entendibles en Krauze, no necesariamente inteligentes— Letras Libres ofrece una lista base de doscientos poetas mexicanos vivos, “para que de ahí el lector elija a diez”. Al releer aquello puedo imaginarme a los señores editores en Tennyson 133, rodeados de amigos entrañables y con la carta Puyol en mano, también entrañable y también dispendiosa. Letras Libres y su número 72: cosa de chefs.

Peligrosa y sutil la consigna de considerar como público lo propio.

Para la poesía mexicana un listado de doscientos nombres propuestos por la revista es algo insustancial, ya que la enumeración es excluyente por regla (toda relación es así), y sólo denota los gustos de sus lectores y suscriptores y no el juicio de una hélice literaria. Ahora, pregunto: ¿por qué doscientos? ¿Sólo eran doscientos los contiguos a un inventado paradiso literario? ¿Por qué no quinientos? ¿O mil? ¿O diez?

Paz llamaba cortesano a todo aquél que se dejaba seducir por el patrimonialismo. Cortesano uno, patrimonio literario el otro. Pasa el tiempo y no pasa el tiempo: Otra vez la revista de Krauze yendo de la mano de una nada hastiada presunción cultural y de un supuesto parnaso literario que termina, como siempre, en un esnobismo orgánico. Otra vez fraternos.

No me agrada la lista. Siendo más claro: no me gusta que se enliste a poetas. La poesía, el acto de ejercerla y las personas que la ejercen no son productos (o no deberían serlo) que entren a competir o a jerarquizarse, no es ese su designio. Nada se reduce a una imaginaria circunferencia de nuestro albedrío. Pero está de más pretender que Letras Libres lo haya comprendido al principio de los días bautismales, como aquella vez, o que lo pueda comprender ahora.

 

 

 

 

 

 

 

Daro Soberanes

(Ecatepec de Morelos)

Poeta y ensayista.

Autor de Las Esfinges y La Soga, piezas teatrales; del Tratado sobre la Deslealtad (Burroughs Editorial, 2o17) y del ensayo de investigación A letra vista se sirva usted: los documentos históricos del Generalísimo. Preludios de una literatura mexicana (Burroughs Editorial, 2019). Además del libro de versos 1854.

En 2007 formó parte del Consejo de Redacción de la revista de Literatura y Filosofía “ARCA”, con apoyo de CONACULTA/FONCA. Este mismo año colaboró en la Mesa de Reseñas de Periódico de Poesía de la UNAM. En 2015 dicta la conferencia “Morelos y el cenotafio en San Cristóbal”, en el Centro Comunitario Casa de Morelos (INAH), en San Cristóbal Ecatepec, por motivo del bicentenario de la muerte del Generalísimo, acaecida en este recinto. En 2016 crea y coordina el «1er Poetry Slam de la Liga EJEKA», en el municipio de Ecatepec de Morelos. En 2017, funda junto con Ángel Corral, el círculo de estudio ante la poesía: El Ojo de Faetón.  coordina e imparte los talleres de literatura “Los Scriptoria”.

 

 

 

 

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